“Ojalá podamos durante este mes buscar una hoja de ruta para los próximos cuatro años”, dijo el alcalde Carlos Fernando Galán, frente a la plenaria de 45 concejales, cuando radicó el Plan Distrital de Desarrollo. La Alcaldía tiene ahora hasta el 30 de mayo para que sea aprobado, o lo debe radicar por decreto.
En ese Plan están plasmadas las grandes transformaciones para Bogotá. Terminar el metro, revivir los diseños de la ALO, ampliar los subsidios, crear nuevos impuestos, y lograr un mayor presupuesto para seguridad. Pero para sacarlas adelante, Galán necesita hacer una negociación con políticos de partidos tradicionales que esperan recibir burocracia a cambio. De cómo la encare dependerá la aprobación del Plan, y definirá el talante del alcalde frente al grupo más voraz de concejales bogotanos, que lo apoyaron en campaña.
Por ahora no están contentos. La alcaldía ha sido lenta en nombrar, y ha aflojado poca burocracia. Sin embargo, se ha guardado un as bajo la manga. Galán aplazó los nombramientos de alcaldes locales, que definirá en junio, y la expectativa entre los concejales es que se utilice como premio por aprobar el Plan.
Se trata de una estrategia ya probada, por Enrique Peñalosa, en la aprobación de su último Plan de Desarrollo en el Concejo. Si no logra luz verde de los concejales, la administración Galán podría aprobar su Plan de Desarrollo por decreto, como ocurrió con la administración de Claudia López y el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en 2021. Sin embargo, hacerlo trae líos como tutelas y será una muestra de debilidad por parte de una administración que parecía contar con una aplanadora de apoyos en el Concejo.
Primero lo fácil, el debate en comisión
“Secretaria, bienvenida, esperemos un segundo que le hagan silencio para empezar”, dice Donka Atanassova, del Pacto Histórico, desde la mesa directiva de la comisión primera del Concejo, la encargada de revisar y aprobar en primer debate el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) que radicó la administración el 30 de abril.
Durante la semana pasada, el alcalde y los secretarios estuvieron frente a la plenaria del Concejo exponiendo los cinco grandes objetivos que se propone el plan, seguridad, bienestar, política económica, medio ambiente y confianza institucional. En total, los objetivos están desglosados en 39 programas intersectoriales, 70 metas grandes, y 401 metas definidas por sectores específicos.
Con la proyección de la primera diapositiva en las pantallas, la secretaria de Ambiente, Adriana Soto, empieza su presentación sobre el cuarto objetivo del plan, “Bogotá ordena su territorio y avanza en acción climática”.
Aún no hay silencio. Los concejales llegan y se registran, pero pronto se levantan y empiezan a pasearse por el recinto Comuneros, en donde se hacen las plenarias del Concejo. Algunos saludan a sus colegas, periodistas, secretarios, ediles y otros personajes que llegan a la plenaria. Otros toman notas en cuadernos, ojean videos de TikTok e, incluso, una concejal se maquilla con el espejo de la caja de sombras.
“Esas presentaciones siempre son súper aburridas”, dice uno de los concejales entre risas. Su compañero de puesto asiente, mientras manda un audio de WhatsApp en su celular.
Después de la semana de presentaciones, la administración instalará un Puesto de Mando Unificado en el que responderán las preguntas y proposiciones de los concejales. “Todas las proposiciones tienen que contar con el visto bueno de la Alcaldía”, explica el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero.
Todas las mañanas, mientras un colega suyo avanza con la presentación, Quintero camina entre las filas de sillas, saludando de beso y abrazo a los concejales en el recinto. Con algunos se sienta, confiere en voz baja durante unos minutos y luego sigue su recorrido.
Una vez aprobadas o tumbadas las proposiciones, a la comisión primera del Concejo llegarán las ponencias del Plan, que les corresponden a los concejales Clara Lucía Sandoval, del Liberal; Daniel Briceño (Centro Democrático), y Julián Espinosa (Verde).
La idea es que el 16 de mayo se radiquen las ponencias en comisión. En los siguientes tres días se discutirán hasta que una versión aprobada pase a la plenaria de 45 concejales.
Entre los primeros 15 concejales que discutirán en comisión, la administración cuenta con el apoyo de 10 que hacen parte de la bancada del gobierno. Los otros tres del Centro Democrático apoyan la mayor parte del plan, pese a estar en la independencia frente a la Alcaldía. En abierta oposición al plan solo están Donka Atanassova y Heidy Sánchez, las dos concejalas del Pacto.
La lista de deseos que lleva Galán al Concejo
En las 568 páginas que componen el documento del Plan de Desarrollo, hay varios elementos que prometen generar controversia entre los concejales que le dan el visto bueno.
Dentro del objetivo de movilidad sostenible, la Alcaldía deja abierta la puerta para la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente, la famosa ALO. En el Plan quedó el objetivo de hacer los diseños de la polémica avenida hasta la calle 153.
La ALO entra en un largo debate sobre la urbanización del noroccidente de la ciudad, sector en el que está ubicada la reserva Thomas Van Der Hammen y varios humedales. La propuesta llega después de que la alcaldía de Galán suspendiera la construcción de la Ciudadela del Cuidado, una iniciativa de la administración de López para hacer un complejo con sedes educativas y espacios para el sistema del cuidado.
Pero en esa comisión el proyecto encontrará oposición en las concejales del Pacto, Donka Atanassova y Heidy Sánchez, y los verdes Julián Rodríguez, Julián Espinosa y Julián Triana, quienes defenderán la ciudadela del cuidado de la exalcaldesa con la que, hasta la semana pasada, compartieron partido.
La discusión ya llegó a Twitter. La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, salió en defensa de la Van der Hammen y en contra del objetivo del plan de Galán. El tema caldea los ánimos en la conversación Nación-Distrito porque llega en la misma semana en la que el alcalde aseguró que el gobierno se estaba metiendo en la autonomía de Bogotá.
Pese a la polémica, uno de los ponentes del proyecto, el concejal uribista Daniel Briceño, aseguró que espera llevar la propuesta hasta la construcción de la avenida, no solo los diseños. “Nos vamos a unir los liberales, Nuevo Liberalismo y Centro Democrático para revivirla”, dice el concejal.
Otra discusión serán los tres nuevos impuestos que el gobierno incluyó para completar la financiación del Plan. El primero es una sobretasa bomberil, que busca recaudar un 1% adicional del impuesto del ICA para el cuerpo de bomberos.
También incluyó uno para los parqueaderos legales. La idea es que estos recojan plata para subsidiar una tarifa diferencial de estudiantes, adultos mayores o población con discapacidad en el sistema de transporte.
El último es el del alumbrado, que se cobrará en el consumo de energía con incrementos graduales desde $5.000 para estrato 3 en adelante y un aumento del 10% en zonas no residenciales.
Aunque el medio ambiente no estuvo en el centro de la campaña de Galán, tras incendios y racionamiento de agua, el tema ha subido varios escalafones en importancia. Hace parte del objetivo 4 del plan, que tiene un presupuesto de 24 billones de pesos. Específicamente sobre el tema del agua, el Plan menciona el énfasis en la zona del Río Bogotá, que podría ser el futuro del abastecimiento de la ciudad por el efecto del cambio climático en los páramos.
Dentro de los objetivos está recuperar 2.800 hectáreas de humedales, quebradas y ríos en las cuencas de suministro del Acueducto. También habla de trabajo articulado con la CAR, la Región Metropolitana y la Región Central (Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima) en el suministro de agua.
Otro debate será el metro. El plan se propone terminar en un 99,7% la etapa preoperativa, es decir, antes de la operación comercial, de la primera línea. El debate se concentrará en si llevar este tramo hasta la calle 100, como han propuesto los concejales del Nuevo Liberalismo. Esto será incluido en la ponencia de Briceño.
La negociación con alcaldías locales de fondo
“Seguramente nadie se va a atrever a decirle, pero no entendimos absolutamente nada en 40 minutos de lo que usted estaba manifestando, señora secretaria. Uno a este Concejo debe venir preparado, a exponer y no leer unas presentaciones”, dijo el concejal de Cambio Radical, Rolando González, tras una hora de presentación de la secretaria Soto.
González es uno de los concejales de la plenaria del Concejo que está en el grupo que tiene experiencia en ese órgano y han sido señalados de recibir burocracia en administraciones pasadas, pero aún no tienen abiertos canales con la administración y no les ha entregado contratos.
Cuando el PDD llegue a la plenaria solo se podrán suprimir artículos completos, no modificar ni añadir nuevos. Por eso, estos concejales cancheros, conocidos como el Grupo de los 9 o G9, está ya presionando a la administración, como lo hicieron con la elección de la mesa directiva y el personero.
Por ejemplo, González viene hablando con la posibilidad de frenar la aprobación del plan de Galán desde hace un mes. “Listo el decreto del Plan Distrital de Desarrollo”, trinó como amenaza velada sobre lo que ocurrirá si el Concejo en pleno no le aprueba el documento.
“Eso es que Ambiente no le ha pasado al teléfono a Rolando, por eso lleva dos meses haciendo pataleta”, dice uno de los concejales, quien pide no publicar su nombre para no generar tensiones con su colega.
Pese a la distancia que hasta ahora han mantenido, en los pasillos del Concejo se empieza a conversar sobre la posibilidad de recibir burocracia a cambio de apoyos en el Plan. Según cuentan cinco fuentes del Concejo, esperan que aquellos que pasen el documento reciban como premio el nombramiento de un alcalde local amigo.
“Las elecciones de alcaldes locales serán un caramelo, un símbolo de apoyo a los que les pasemos el Plan”, cuenta uno de los concejales experimentados, quien pide no publicar su nombre para no generar roces con la alcaldía.
Las alcaldías locales se han convertido en fortines políticos y electorales para los concejales en la ciudad. Tener un alcalde amigo les da espacio para meter contratistas amigos y trabajar de cerca con las comunidades para ganar votos.
Esos corrillos están alimentados por las demoras en la elección de mandatarios locales. Esta semana, el alcalde Galán y el secretario Quintero empezarán las entrevistas a los ternados de 17 localidades para elegir a los mandatarios que llegarán al cargo en junio, después de aprobado el plan. Las tres localidades restantes tienen que empezar el proceso desde el examen técnico, porque no alcanzaron a pasar más de tres para ser ternados.
“Pueden decir eso, pero el proceder del alcalde es transparente, por eso ha devuelto incluso algunas ternas. Se van a definir después de las entrevistas y revisando cada detalle de las hojas de vida. Seguro algunos quedarán felices y otros no, pero estamos trabajando para resolver los problemas de Bogotá. Las alcaldías locales no serán moneda de cambio”, explica el secretario Quintero.
Más allá de las presiones, “un Plan de Desarrollo no se le niega a nadie”, es el corrillo que se repiten los concejales en los pasillos de la plenaria. Pero las próximas semanas le ponen presión a la alcaldía para que resuelvan los últimos aspectos técnicos y detalles de la hoja de ruta que guiará los próximos cuatro años de su administración.