Andrés Julián Rendón, gobernador de Antioquia, apuesta por recortar burocracia. Foto: Cortesía

“Uno de los renglones más importantes y exportadores de Antioquia es el oro. ¿Quiere decir eso que tendríamos que tener la Secretaría del Oro? No”, dijo este martes el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón. Y agregó: “Las funciones del gobierno tienen que enfocarse en hacerle fácil la tarea a quienes generan riqueza y empleo, en estorbar lo menos posible con mecanismos regulatorios fastidiosos, y ahí viene la inversión”. 

La respuesta la dio el gobernador a medios tras presentar una reforma administrativa que elimina 16 de 33 despachos primarios de la Gobernación de Antioquia, y anticipa un ahorro en nómina durante el cuatrienio por casi $70 mil millones. Pero la declaración, más que una salida rutinaria ante la prensa, retrata la visión sobre el Estado del primer político del Centro Democrático en gobernar Antioquia: uno pequeño, que auxilia y dinamiza sectores, pero que descarga la mayor parte del juego en el mercado.

Con el recorte, Rendón cumple una promesa de campaña y se distancia del legado burocrático de su antecesor, Aníbal Gaviria. Pero también relanza el laboratorio fundacional de la derecha, de hacer más con menos, premisa que hoy resuena en el contexto nacional con un gobierno de izquierda. El matiz lo explica José Obdulio Gaviria, ideólogo del uribismo y asesor del gobernador: “La idea es modernizar el Estado: más eficiencia ante procesos largos y entorpecedores. Eso en Europa no tiene tinte de izquierda o derecha”. 

La avanzada, sin embargo, le cuesta a Rendón reclamos de sectores sociales y de grupos de mujeres que temen acciones regresivas por la fusión y eliminación de despachos. Y también genera tensiones entre los diputados gobiernistas que firmaron un cheque en blanco para la reforma. “Esto fue un acto de confianza, pero el resultado se parece mucho a las reformas a la medida de Aníbal Gaviria”, anticipa Jonathan Roldán, diputado liberal de la coalición. 

Rendón, y una derecha modernizadora

Desde La Alpujarra, con la proyección de una presentación en PowerPoint, el gobernador Rendón presentó este lunes su reforma burocrática. Ese día habló del cumplimiento de una promesa, con la llegada de “un gobierno austero, eficiente y sin excesos”. Meses atrás ya había retirado el pago de planes de celular a funcionarios, además de limitar los viáticos para misiones oficiales. 

Rendón dijo que con la reestructuración se recortan la mitad de las dependencias de primer nivel, lo que representará un ahorro del 40% en la nómina de directivos. “Bajamos de 33 a 17 organismos. Y, desde que llegamos, no ocupamos esas vicegobernaciones que ellos llamaban Seres (suprasecretarías creadas por Gaviria)”, dijo el gobernador.

Y agregó: “Tampoco ocupamos el 40% de los cargos de libre nombramiento y remoción (…). El año pasado había 3 mil contratistas. Este año no hay 400 contratos”. 

Además, el gobernador uribista, tras su llegada a la Alpujarra, delegó hasta tres secretarías en un solo funcionario. La promesa la hizo en campaña, debido a su distancia con Gaviria, un político que en su ejercicio público ha priorizado el tamaño del Estado, y a la reciente creación del Ministerio de la Igualdad en el gobierno de Gustavo Petro.

“Es una confrontación con esa manera de pensar”, dice Gaviria, el ideólogo también de los gobiernos de Álvaro Uribe, quien en 2002 fusionó cuatro ministerios en dos: el de Interior con Justicia y el de Salud con Trabajo. “Hemos tenido un Estado de bienestar para los políticos, pero el gobernador piensa que el bienestar de los políticos debería basarse en la mejora de la comunidad”. 

Además, el ahorro en nómina propuesto por Rendón, sostiene Edinson Restrepo, diputado del Centro Democrático, responde a “que el gobierno nacional no quiere invertir en Antioquia. Entonces el gobernador tiene que buscar alternativas para avanzar en la inversión”. 

Pero, más que alternativas de inversión, pues los $70 mil millones que se ahorrarán con la reforma lucen menores en un presupuesto anual de la Gobernación, que supera los $5 billones, el recorte de Rendón confirma un mensaje y envía otro. 

Confirma que su gobierno aún no necesita transar mayor burocracia por gobernabilidad. Hasta ahora, tiene un respaldo sólido en la Asamblea con su núcleo duro, integrado por el Centro Democrático y Creemos —el recién tumbado partido de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín y dupla del gobernador—, además del respaldo de partidos tradicionales.

“La idea del gobernador es concentrarse en asuntos cruciales donde el Estado es clave: el hambre, la calidad de la educación, el abandono de las obras públicas. Todo eso lo entorpece la burocracia que solo atiende a directorios políticos”, dice el consejero Gaviria.

El segundo mensaje retrata una modernización a partir del adelgazamiento del Estado. Lo que hoy llaman new management los estudiosos de la administración. “Acá hay mucho papel y lápiz, y tinta y sellos. Llegó un gobernador de la modernidad, de la tecnología, y esa es la combinación por la que quiere apostar”, agrega el ideólogo. 

Un cheque en blanco y una tijera sagaz que deja heridas

La reforma de Rendón se ponía concretar con dos mecanismos. Uno largo, en el que la Gobernación planteaba un proyecto de reestructuración que luego debía ir a votación. Y uno corto, que no solo confirmaba el poder del gobernador en la Asamblea, sino que lo autorizaba para realizar la reestructuración a puerta cerrada, bajo su visión.

Este último, con solo cinco diputados en contra entre 26, fue el camino que la Asamblea aprobó. “El gobernador podrá crear, suprimir, modificar o fusionar organismos y dependencias de la administración departamental”, se lee en la ordenanza del 7 de marzo que le dio luz verde al proceso. 

De esta forma, Rendón llegó al modelo que presentó este lunes. 

Este es el organigrama burocrático que el gobernador Rendón presentó ante la opinión paisa esta semana.

Uno de los cambios importantes se da en el frente económico. El gobernador elimina las secretarías de Turismo, Minas y Competitividad, y las incorpora a una macrosecretaría de Agricultura y Economías Emergentes. 

“Vemos como un retroceso el desmonte de la Secretaría de Turismo, por los retos en gentrificación, explotación sexual y turismo de drogas que afrontan Medellín y la región. También es exótico que la metan en Agricultura”, dice Roldán, uno de los diputados que aprobó las facultades para el rediseño. 

Y Mateo Escobar, diputado de Creemos, agrega: “Nos preocupa que Medellín está trabajando para tener un despacho que le dé importancia al turismo como nueva vocación y que la Gobernación tenga otra mirada (…). La Secretaría de Minas también se debe mantener, porque aunque hoy no tenemos la facultad para dar licencias, esperamos que eso vuelva al departamento cuando cambie el gobierno nacional”.

Pero la inconformidad no solo tiene que ver con el ajuste burocrático. Menos diplomáticos que en público se mostraron este lunes, en una reunión privada con voceros de la administración, seis diputados gobiernistas que le hacen seguimiento a este proceso a través de una comisión.

Tres diputados que participaron del espacio, y que pidieron la reserva para entregar detalles, le contaron a La Silla que allí se dijo que la Gobernación no cumplió con lo pactado antes de recibir las facultades para la reestructuración.

El equipo de Rendón le prometió a la Asamblea que la reforma se basaría en un estudio contratado con un tercero para garantizar su “objetividad”. Pero el acuerdo fue de palabra y no se incluyó en la ordenanza. 

Y aunque un portavoz de la Gobernación confirma que se contrató un estudio de cargas de empleados con la Universidad de Antioquia, lo cierto es que el rediseño lo asumió luego una oficina interna bajo la tutela de Rendón. “Se nos prometió una cosa y se hizo otra. Nos hablaron de un estudio técnico y después cambiaron las condiciones”, dice uno de los diputados. 

Crisis explícitas y temor por retrocesos en frentes sociales

El gobernador afirmó que el ahorro en nómina que traerá el recorte se invertirá en programas para adultos mayores y discapacitados. Pese a eso, Luis Peláez, diputado de oposición que votó negativas las facultades, sostiene que son justo las secretarías sociales y con enfoques diferenciales las que pierden músculo con la reforma. 

“Lo que se reestructura es el aparataje interno de poder del gobernador: le ponen burocracia a su despacho, Seguridad y el Interior. Concentran el presupuesto en lo que le interesa y lo social queda relegado”, dice el diputado de Dignidad y Compromiso Ciudadano.

Con la reforma, las gerencias poblacionales pierden independencia y presupuesto, quedando bajo la tutela de una nueva Secretaría del Interior. Y aunque Rendón difundió con particular énfasis el recorte, el despacho de Gobierno creció a cinco oficinas, entre gerencias nuevas y traslado de direcciones, y su oficina privada sumó dos direcciones. 

“Antes de la reforma, ya sentíamos una crisis explícita por las parálisis en dependencias como Juventud y Educación, y las gerencias poblacionales que hoy se suprimen”, dice sobre la reforma una fuente interna de la Gobernación, que pide la reserva por temor a perder su trabajo. “Internamente, dejando sin equipo y recursos humanos a algunas dependencias, el gobernador ya venía acabando con algunos sectores”.

Los grupos de mujeres también han cuestionado la reestructuración. Aunque Rendón propuso eliminar este despacho recién instalado el gobierno, su anuncio le costó críticas y ahora esa secretaría aparece ampliada pero con tareas que antes asumían oficinas de asuntos familiares y una gerencia de nutrición infantil.

“La reestructuración retoma un enfoque familístico superado hace décadas, proponiendo distribuir el presupuesto público del 52% de la población (mujeres) a otras poblaciones protegidas por otras secretarías”, expresaron desde Electas, un movimiento feminista que tuvo listas a Concejo de Medellín y Asamblea en las pasadas regionales. 

Ante esta inconformidad, por la que ya se convocó un plantón a las afueras de la Alpujarra para este jueves, la Gobernación le dijo a La Silla en respuesta escrita que la modificación hace parte de la creación de un sistema departamental del cuidado, que no concibe acciones regresivas. 

“Esta es una acción afirmativa, en busca del equilibrio de las cargas. Estamos lejos de  reforzar los roles de género de la mujer como la única responsable del hogar, de los niños, de la comida, de la crianza, de la familia”, expresaron. 

Y si bien la pelota está en la cancha de Rendón, porque las facultades que le dio la Asamblea no tienen vuelta atrás, los reparos de diputados y sectores civiles podrían llevarlo a matizar la reestructuración. Los cambios se presentaron como definitivos esta semana, pero la administración tiene hasta septiembre para concretar su reforma. 

Pero esa no es la única fecha clave. El recorte que propone Rendón y la modernización tecnológica que detalla su consejero Gaviria tendrán que medir su éxito en las planillas de ejecución del cuatrienio. “Además de los despidos, hay gente a la que van a sobrecargar. Si la Gobernación era lenta con esos funcionarios, ahora lo será tres veces más”, proyecta Peláez, el diputado de oposición. 

La aspiración del Estado pequeño y ágil se pone así a prueba. Otra vez. 

Periodista y casi politólogo. Trabajé en El Colombiano y con una crónica gané el premio Simón Bolívar en 2023. Ahora soy el corresponsal de La Silla Vacía en Antioquia. Escríbame al correo ehenao@lasillavacia.com