José Obdulio Gaviria Vélez nació en 1952 en La Ceja, Antioquia, en una familia de clase media compuesta por doce hermanos y sus padres, Fabiola Vélez Uribe y el comerciante y ganandero José Gaviria Berrío. Este abogado de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín (Unaula) es reconocido como una de las principales figuras de la derecha colombiana defensor del ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
En su juventud pasó siete años en el Seminario de La Ceja, donde estuvo hasta cuarto de bachillerato. Allí conoció a los hermanos Eduardo y a Carlos Pizarro, el primero un reconocido académico y el segundo uno de los fundadores y líderes del M-19. Luego estudió Derecho en la Universidad Bolivariana, y finalmente se graduó de Unaula.
En la década de los setenta Gaviria simpatizó con movimientos de izquierda. Como ocurrió con la mayoría de los miembros de estos movimientos participó en manifestaciones, marchas, huelgas y, como abogado de izquierda, ayudó a campesinos y obreros desde el derecho laboral. También hizo parte de las divisiones y luchas entre diferentes grupos de izquierda, que caracterizaron a esos movimientos.
En la Universidad Bolivariana se vinculó a los Equipos Universitarios, comités de izquierda que luchaban por la justicia social y que formaban parte del poderoso movimiento estudiantil que se movilizó contra el gobierno de Carlos Lleras. Allí fue uno de los organizadores de la única huelga que hasta hoy se ha hecho en la Bolivariana, y también lideró protestas y marchas antiestadounidenses.
También militó en el Partido Comunista Marxista-Leninista (PCML), una de las divisiones del Partido Comunista de la época y que seguía la línea maoista. En esa época apoyó al Ejército Popular de Liberación, que era el brazo armado del PCML, y recorrió el país como vocero izquierdista y asesor de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc).
Aunque en 1974 abandonó el Partido Comunista por diferencias con otros líderes, su activismo no paró ahí. Al año siguiente se vinculó al movimiento político ‘Ruptura’ e integró el Comité de Defensa de Presos Políticos. Junto a su director de tesis Jaime Jaramillo Panesso sacó de la cárcel a varios guerrilleros del EPL. Un año después se fue de Antioquia al Valle del Cauca y se unió al movimiento ‘Lucha Obrera’, en donde trabajó por los derechos de los sindicalistas junto a otros activistas, como los sociólogos y profesores de la Universidad del Valle José María Rojas y Fernando Urrea.
A principios de la década de los ochenta ingresó a ‘Firmes’, un movimiento de izquierda asociado a la revista Alternativa, fundada por Enrique Santos Calderón y Gabriel García Márquez. Allí conoció a varias de las figuras que luego se convirtieron en sus aliados políticos, como el periodista Hernando Corral, el abogado Tulio Elí Chinchilla y el Secretario Ejecutivo de Cormacarena, la corporación taurina de Medellín, Benjamín de los Ríos, todos ellos cercanos a Álvaro Uribe en algún momento de su trayectoria. Y detractores, como el ex candidato presidencial del Polo Democrático Carlos Gaviria y el periodista Antonio Caballero.
Una de las principales figuras de ‘Firmes’ era el ex senador Gerardo Molina, quien presentó a Gaviria y a Álvaro Uribe. Este encuentro fue definitivo en el futuro de Gaviria y de algunos de sus compañeros de ‘Firmes’, como Chinchilla y Corral.
Uribe había sido alcalde de Medellín y era un político liberal que se había separado del movimiento que lideraba Bernardo Guerra Serna y buscaba crear su propia estructura, a la que había llamado Sector Democrático, y Gaviria y sus compañeros de ‘Firmes’ lo acompañaron en su campaña el Senado en 1986.
Mientras tanto, Gaviria colaboraba con el Comité de Solidaridad de Presos Político, que lideraba el médico Héctor Abad Gómez, asesinado por esa labor en 1986. En 1985 participó de la fundación del Instituto de Estudios Liberales de Antioquia, que dirigía Uribe y era apoyado por Ernesto Samper, quien en ese entonces era aliado político de Uribe. De hecho, Gaviria y su jefe Uribe apoyaron en 1989 la precandidatura presidencial de Samper dentro del liberalismo, pero a la postre fueron derrotados por César Gaviria.
Mientras Uribe iba avanzando en su trayectoria política, Gaviria se dedicó a la academia, tanto en el Instituto de Estudios Liberales como en diferentes universidades, primero de Medellín y luego también de Bogotá
Pero no por eso se alejó de Uribe. Lo asesoró cuando éste fue gobernador de Antioquia de 1995 a 1997. Y ya como presidente, Uribe lo nombró asesor presidencial en 2003. Aunque no era un cargo oficial, el asesor se encargaba de escribir los discursos y consolidar la plataforma ideológica del uribismo. Gaviria tenía su propia oficina en la Casa de Nariño, pero su salario no se lo pagaba el Estado sino el Convenio Andrés Bello, en cuya nómina figuró hasta 2009.
Como denunció Semana, Gaviria tenía acceso a secretos de Estado y sin embargo, al no tener oficialmente un cargo estatal, la Procuraduría, el Congreso ni la Contraloría podían investigarlo. Tampoco lo cobijaba la prohibición que tienen los funcionarios públicos de participar en política. Esta posición ambigua le permitió hablar en nombre del Presidente sin tener que asumir la responsabilidad política que sí tenían otros funcionarios.
La defensa que hizo de la gestión de Uribe le valió una rápida visibilidad en los medios. Defendió a capa y espada la política de seguridad democrática, el proceso de desmovilización de los paramilitares y la lucha militar contra las Farc. También ha sostenido posiciones controversiales, como que en Colombia no hay conflicto armado interno o que las cifras de desplazados y sindicalistas asesinados son falsas.
En octubre de 2006 lideró la creación del Centro de Pensamiento Primero Colombia, cuyo objetivo es ‘consolidar las propuestas doctrinarias’ de Uribe, como la idea del ‘Estado de opinión’. Con esta fundación han colaborado otros de los mayores defensores del uribismo, como Fernando Londoño, Libardo Botero y Plinio Apuleyo Mendoza.
Sus familiares vinculados al narcotráfico han sido fuente de críticas en su contra. Gaviria es primo hermano de Pablo Escobar, el narcotraficante más poderoso del país en los 80, y sus hermanos Luis Mario y Jorge Fernando, así como su ex cuñado y ex procurador de Antioquia Carlos Alfonso Cock, estuvieron detenidos en Estados Unidos por su presunta participación en tráfico de drogas. En 2005, las revelaciones sobre estas relaciones lo llevaron a pensar en renunciar, según El Tiempo.
Más adelante estos dos hermanos tuvieron cargos públicos: Jorge Gaviria fue contratista de la Oficina de Paz y Convivencia de la Alcaldía de Medellín y, como lo contó La Silla Vacía, Luis Mario fue asesor de acción social en Urabá hasta febrero de 2012.
Por otra parte, su relación con Pablo Escobar le valió la enemistad de varias figuras que en el pasado fueron víctimas del capo, como Andrés Pastrana (secuestrado en 1988), y Rodrigo Lara Restrepo, quien dejó su cargo de zar anticorrupción argumentando que Gaviria tenía nexos con el Cartel de Medellín.
En 2009 Gaviria renunció para dedicarse a promocionar la segunda reelección del ex presidente Uribe. Cuando la Corte Constitucional tumbó el referendo, el uribismo lanzó a Juan Manuel Santos como su candidato presidencial. Gaviria lo apoyó y fue el editor del periódico de su campaña.
Pero desde que Santos fue elegido y la justicia empezó a procesar a ex funcionarios de Uribe como Andrés Felipe Arias por el caso de Agro Ingreso Seguro, Diego Palacio por la ‘yidispolítica’, María del Pilar Hurtado y Bernardo Moreno por las ‘chuzadas’ del DAS y el más reciente, Luis Carlos Restrepo, por la falsa desmovilización del Bloque de las Farc ‘Cacica Gaitana’, el ex asesor se ha dedicado a defenderlos y ahora es uno de los mayores opositores de Santos. Lo ha llamado un traidor que ‘se camufló dentro del uribismo‘, y ha criticado muchas de sus políticas, como el proceso de restitución de tierras, el debate del fuero militar y las relaciones con Hugo Chávez.
Gaviria ha sido salpicado en algunas de las investigaciones contra los ex funcionarios del gobierno anterior. En 2011 el ex director del DAS Andrés Peñate dijo que el ex asesor presionó para que se hicieran los seguimientos ilegales, y Juan Carlos Sierra alias ‘El Tuso’ afirmó que Gaviria estaba al tanto de la alianza con paramilitares para desprestigiar a los magistrados de la Corte.
No obstante estas declaraciones no han resultado en procesos formales y el único enredo judicial que ha enfrentado es uno por injuria y calumnia que tres sindicatos interpusieron en su contra en 2010 luego de que Gaviria los acusara de terroristas. Al final, Gaviria se retractó en otra columna a finales de 2011, y en marzo de 2012 el proceso fue archivado.
Gaviria ha publicado casi una decena de libros sobre política, conflicto y el uribismo, y fue columnista de El Tiempo hasta septiembre de 2012, cuando perdió su columna tras un escándalo por haber creado una diálogo ficticio a partir de una información que ha sido negada por los involucrados. Tuvo un programa de opinión en Cablenoticias.
Es en la actualidad Gaviria es senador de la República por el departamento de Antioquia.