El presidente Gustavo Petro sacó en noviembre al gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) para poner a uno de su cuerda, y no lo logró. Aunque se movió hasta última hora para evitarlo, los cafeteros se rebelaron y eligieron al ingeniero huilense Germán Bahamón, quien se coló como una tercería.
El cargo no solo es uno de los puestos gremiales más importantes del país, sino que la mitad de los municipios de Colombia son cafeteros y hay 540 mil familias cafeteras (unos dos millones de personas), lo que representa todo un capital electoral.
Apenas Bahamón fue elegido, Petro cantó guerra. Trinó pantallazos de mensajes antiguos de Bahamón en los que el nuevo gerente de la Federación lo criticaba como alcalde de Bogotá y por su relación con Venezuela. “Este es el nuevo presidente de la Federación Nacional de Cafeteros. Pensé que era el tiempo del diálogo y la construcción común. Dialogaré con sus organizaciones de base regionales”, trinó Petro.
Petro perdió ese pulso porque no logró meter en la terna al candidato por el que había apostado: Felipe Robayo. Tenía poder para lograrlo, pero su saliente ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, no se la jugó por el nombre de Petro para no generar resistencia de los cafeteros.
De hecho, Ocampo, cuya salida del cargo aún no se hace oficial, asistió hoy a la elección de Bahamón y celebró “la manifestación democrática” de los cafeteros. Una muestra final de las diferencias con el presidente Petro que precipitaron su salida del gobierno. Y de los problemas de método en presidencia para hacer cumplir la voluntad de Petro.
El factor Ocampo
La Federación Nacional de Cafeteros es un gremio privado, pero con vínculos muy directos con el gobierno. La razón es que maneja el Fondo Nacional del Café, una bolsa de plata pública que la Federación recibe de los parafiscales que pagan los caficultores por cada libra de café exportado y que luego reinvierte en el sector. Entre enero y octubre del año pasado el fondo tuvo ingresos por 3,7 billones de pesos, similar al presupuesto anual de una ciudad como Barranquilla.
El gobierno tiene mucho poder sobre la elección del gerente de la Federación. El Ministerio de Hacienda puede avalar o no la terna que presentan los 15 delegados de los departamentos cafeteros. Es decir, un voto del gobierno vale por 15.
Por eso, el gobierno puede vetar a un candidato que quieran los cafeteros, como sucedió cuando Álvaro Uribe se negó a considerar al exministro Juan Camilo Restrepo -que era crítico suyo- y logró la inclusión de Juan Guillermo Ángel y Luigi Echeverri en una terna donde el triunfo de Luis Genaro Muñoz (que venía apoyado por el entonces ministro Óscar Iván Zuluaga) estaba cantado.
El candidato del gobierno Petro para la gerencia era Felipe Robayo, quien ya había sido gerente comercial de la Federación hasta 2018. La Silla confirmó con una fuente del comité de la Federación que la jefa de despacho del presidente, Laura Sarabia, les hizo saber a los cafeteros que Petro quería a Robayo en la terna.
Robayo también tenía el apoyo de los líderes gremiales de Cauca y Nariño. El representante en el comité de Nariño, Armando Benavides, es primo del senador del Pacto Histórico, Alberto Benavides, quien también estaba impulsando a Robayo.
Sin embargo, el mayor opositor a Robayo fue el propio ministro Ocampo, el delegado de Petro en el proceso. “El ministro no avaló la terna en la que aparecía Robayo”, le dijo a La Silla una fuente del gobierno que pidió no ser citada. Así lo confirma también una tutela interpuesta por Ruth Vallejo, una dirigente cafetera de Nariño, en contra de la escogencia de la terna.
La tutela señala que “el Ministro de Hacienda Ocampo planteó en el Comité Nacional explícitamente que Robayo no podía ir en la terna. Dijo, además, que esto estaba concertado con el presidente, con base en que ‘no unía al gremio”.
Un sector de los cafeteros rechazó el nombre de Robayo por las circunstancias en las que salió del gremio en 2018, cuando era gerente comercial, y tuvo diferencias con el gerente general de la época, Roberto Vélez, que fueron conocidas por los miembros de varios comités.
Aunque Robayo alcanzó a tener el apoyo de 10 comités regionales para quedar en la terna, Ocampo no lo permitió. Así, la terna quedó lista el 23 de marzo con tres aspirantes que no tenían cercanía con el gobierno: Sandra Morelli, Santiago Pardo y Germán Bahamón.
La movida fue otra muestra de que el ministro de Hacienda tenía diferencias con la línea de Petro para nombramientos claves. En Ecopetrol, por ejemplo, Ocampo se opuso a la inclusión en la junta de Ecopetrol de Edwin Palma, viceministro de trabajo y exlíder sindical. También se movió por un candidato distinto al de Petro para la gerencia de Ecopetrol: Petro respaldó a Ricardo Roa, quien finalmente quedó elegido, pero Ocampo hizo fuerza por Saúl Kattan.
En el caso de la Federación de Cafeteros, Petro estaba informado desde hace un mes de la posición de su ministro y de la composición de la terna. Pero ayer, luego de sacar a Ocampo del gobierno, intentó frenar el proceso para tratar de repetirlo esta vez con un ministro de Hacienda más afín, el recién designado Ricardo Bonilla.
A las 11:59 de anoche publicó un mensaje en el que pidió aplazar la elección.
Le pido a la federación de cafeteros que administra el fondo parafiscal del café que mañana no tome decisiones sobre el nombramiento del gerente general hasta que el nuevo ministro de hacienda pueda tomar su decisión al respecto.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 27, 2023
Para entonces ya era tarde. Pero en su mensaje Petro anticipó la que puede ser la manera de presionar o condicionar la gestión Bahamón: el manejo del Fondo Nacional del Café.
Ese es un negocio que se tiene que renovar cada 10 años. La próxima renovación debe hacerse en octubre del 2025.
Petro puede renovarlo o entregárselo a otra entidad. Tal como lo hizo el gobierno de Juan Manuel Santos con Fedegan cuando no le mantuvo el contrato el fondo de ganaderos en 2016.
Bahamón se les coló y puso a Petro a pelear con aliados
El ingeniero agroindustrial Germán Bahamón ganó la elección sin ser una de las cartas más poderosas cuando arrancó el proceso. Aunque es del Huila, el primer productor nacional cafetero, y tiene experiencia profesional y política, estaba por debajo de otras figuras más reconocidas.
Cuando el presidente Petro le pidió la renuncia al presidente de la Federación, Roberto Vélez, en el Huila empezaron a sonar tres cartas fuertes: el gobernador, Luís Enrique Dussán, quien sabe del tema porque como congresista hizo parte de las comisiones agrarias; el exsenador liberal Rodrigo Villalba, quien fue ministro de Agricultura; y el secretario de Agricultura, Dilberto Dussán, con estrechos lazos al petrismo.
Las movidas del ministro Ocampo para meter mano al proceso de selección terminaron, paradójicamente, quitándole obstáculos a Bahamón. Primero porque esta vez la convocatoria fue abierta. Antes, en otros procesos cualquier candidato debía llevar el aval de un comité departamental de cafeteros. Y en ese caso, el Huila tenía pensado postular a Dussán, Villalba o Trujillo.
Como esta vez se dejó abierta, Bahamón entró. Luego Ocampo participó en la definición de unos requisitos para el cargo, y entre ellos metió varios que dejaban fuera al gobernador Dussán y al exsenador Villalba. Por ejemplo, no haber sido elegido en cargos de elección popular, o tener un nivel de inglés certificado.
Ante la oportunidad de ganar la presidencia de la Federación, Bahamón logró que el Huila político y cafetero cerrara filas alrededor suyo. El gobernador Dussán lideró la firma de una carta dirigida a Petro en la que le pedía “que tenga en cuenta a un huilense para dirigir los destinos de esta institución y demostrar que además de ser los mayores productores de café, también podemos aportar al desarrollo del país a través de este importante cargo”.
La firmaron dirigentes cafeteros, empresarios, integrantes del Pacto Histórico y la bancada del Congreso.
De otro lado, el exsenador Villalba -que apoyó a Petro en segunda vuelta- sacó una columna de opinión destacando la necesidad de que el Huila se quedara al frente de la Federación. Lo mismo hizo el exsenador conservador Hernán Andrade.
Bahamón, incluso, logró tender puentes con un huilense con línea directa a Petro: el asesor jurídico Vladimir Fernández.
La amalgama logró resultados. El gobernador Dussán habló con los gobernadores de Cundinamarca, Tolima, Cauca y Nariño, para que intercediera con los comités departamentales. El director del comité del Huila, Robert Bustos, hizo lo mismo.
Con esa fuerza, Bahamón pudo meterse entre los siete preseleccionados. Un trámite a cargo de los 15 delegados de los comités departamentales. Y luego en la terna, en la que el gobierno tenía voz y voto, y en el que se quedó por fuera el candidato apoyado por el petrismo, Felipe Robayo.
A partir de ahí, Bahamón tomó vuelo porque logró posicionar su hoja de vida entre la dirigencia cafetera. Además de su experiencia gerencial para multinacionales como Sony o Apple, convenció por su rol como caficultor de base.
Y le anexó el relacionamiento político que aprendió como candidato a la Alcaldía de Neiva en 2015. Esa vez, logró juntar alrededor suyo al uribismo y al santismo (Cambio Radical), entonces rivales.
“Es una caja de música. Preparado, con experiencia, con visión. Es un muchacho fácil de querer. Cuando lo soltaron a las giras en los departamentos se ganó el respaldo de los cafeteros con sus propuestas”, dice el exsenador Andrade.
La conjugación de todos esos factores lo dejaron perfilado y con las mayorías para ser elegido presidente de la Federación. Por eso, hoy cuando los 90 delegados de los 15 comités votaron, lo hicieron de manera unánime. Y llevando la contraria al presidente Petro.
Los cafeteros no solo hicieron caso omiso a Petro. También le rindieron un homenaje al saliente Ocampo, al que el presidente echó ayer, con un aplauso que duró más de un minuto.
Bahamón fue elogiado por varios gobernadores, como el del Huila, que dijo: “Germán es un hombre que se ha destacado en lo internacional, un hombre correcto, serio, descollante, y muy conectado con el café. Ya era hora, se hace justicia, el Huila desde hace 12 años es el principal productor nacional del país”.
Y también por el de Nariño, un departamento con mayoría petrista: “Los productores del mejor café del mundo en Nariño, Cauca, Huila, Tolima y Valle del Cauca, nos sentimos bien representados”.
Por eso el rechazo de Petro a Bahamón no solo lo pone en guerra con la dirigencia cafetera sino con gobernadores que hasta ahora eran aliados del gobierno. Y, de paso, le pone el punto final a la particular relación de Petro con su exministro de Hacienda.