Es el presidente de Colombia para el período de 2022 a 2026.
Su nombre completo es Gustavo Francisco Petro Urrego. Fue alcalde de Bogotá y excandidato presidencial en 2018. Nació en Ciénaga del Oro, Córdoba en 1960, creció en Zipaquirá y se unió al M-19 a los 17 años. Poco a poco fue ganándose un lugar importante en el ala política de esa guerrilla hasta ser el más joven de los cinco miembros de la Dirección de la Región Central. Antes de eso, fue Personero de Zipaquirá en 1980 y llegó a ser concejal independiente de ese municipio entre 1984 y 1986.
Ya como líder guerrillero, promovió el desarme del M-19 entre 1989 y 1990, bajo el mando de Carlos Pizarro.
Es economista de la Universidad el Externado de Colombia con especialización en administración de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) y diplomado en Desarrollo, Población y Medio Ambiente de la Universidad Católica de Lovaina; también inició un programa de doctorado en Nuevas Tendencias en Administración de Empresas en la Universidad de Salamanca, que no terminó.
En la vida civil, entre 1990 y 1991 fue asesor de la Gobernación de Cundinamarca. Y en 1991, tras la Asamblea Constituyente, fue elegido Representante a la Cámara por Cundinamarca, como miembro de la Alianza Democrática M-19. En 1994 fracasó en su intento de reelección y fue nombrado agregado diplomático en Bruselas por el gobierno de Ernesto Samper, ante las amenazas de muerte que había recibido.
En Bélgica, Petro aprovechó para hacer un diplomado. En marzo de 1996 renunció a su cargo diplomático y volvió a la política. En 1997 fue candidato de la Alianza Democrática M-19 a la Alcaldía de Bogotá, y le fue mal: con 7 mil votos tuvo el 0,56 por ciento de la votación y ocupó el octavo puesto en las elecciones que ganó Enrique Peñalosa.
Pero Petro no se desanimó. Para las elecciones legislativas del año siguiente se volvió a lanzar a la Cámara, esta vez como segundo renglón de Antonio Navarro en Bogotá, con el Movimiento Vía Alterna. Y fue un éxito, pues fue la lista más votada, con casi 120 mil votos, y Petro llegó al Congreso.
Fue allí donde realmente empezó a brillar. Entre finales de 2001 y principios de 2002 hizo una fuerte crítica a la repartición de dineros del Fondo DRI para aceitar campañas de otros representantes, uno de los debates que lo convirtieron en referente de la oposición en el Congreso. También fue notoria su participación en los debates por las quiebras del Banco del Pacífico y por la crisis del Hospital San Juan de Dios.
Con esa fama a cuestas, en 2002 se lanzó de nuevo a la Cámara, con Daniel García-Peña como segundo renglón y con el apoyo de varios políticos de izquierda, como el entonces candidato al Senado Carlos Gaviria y el candidato a la presidencia Luis Eduardo Garzón. Navarro, mientras tanto, se lanzó al Senado, y era la fórmula de Petro, de nuevo con el aval de Vía Alterna.
Petro sacó la votación más alta a la Cámara casi 79 mil votos, y rápidamente se convirtió en una referencia en la oposición al nuevo Presidente, Álvaro Uribe, en asuntos como el referendo de 2003, el Estatuto Antiterrorista y la reforma constitucional que permitió la reelección. Además, destapó el escándalo de la parapolítica. Su notoriedad era tal que en 2006 fue el personaje del año de los lectores de El Tiempo.
En paralelo, Petro participó del movimiento de unidad de la izquierda que llevó a la conformación, en 2005, del Polo Democrático Alternativo. Ese proceso tomó fuerza y Petro lo aprovechó para dar el salto al Senado en 2006.
Con la notoriedad que había ganado en el Congreso, la fama de brillante orador y juicioso opositor, y el entusiasmo que creó la candidatura presidencial de Carlos Gaviria como alternativa al continuismo de Uribe, Petro fue el candidato más votado del Polo con 143 mil votos, y el tercero de todo el país.
El cuatrenio siguiente confirmó una vez más a Petro como uno de los congresistas más conocidos de la oposición, y eso lo llevó a armar una precandidatura a la presidencia en 2009, el mismo año en el que se empezó a alejar de algunos de sus copartidarios, junto con Luis Eduardo Garzón. Ese año se enfrentó a Carlos Gaviria en una consulta interna en la que, contra la mayoría de los pronósticos, ganó Petro.
Como candidato para las elecciones de 2010, fue un duro crítico de Uribe. Pero el crecimiento de la candidatura de Antanas Mockus en la Ola Verde lo fue relegando, a la vez que lograba que el Polo se uniera alrededor de él, especialmente después de que nombró a Clara López como su candidata a la Vicepresidencia.
Petro quedó en tercer lugar con un millón 300 mil votos, y obtuvo la mayoría de sus votos en la Costa Atlántica, donde se hizo conocer por sus denuncias contra los parapolíticos. Después de la contienda electoral, buscó ser presidente del Polo Democrático, pero el Comité Ejecutivo eligió a Clara López para ese cargo.
Unos meses después, Petro denunció el ‘cartel de la contratación’ en Bogotá, donde estaban implicados el senador Iván Moreno y el alcalde de Bogotá Samuel Moreno, ambos miembros de su partido.
A finales del 2010 se fue del Polo para fundar su movimiento ‘Progresistas’ y lanzarse como candidato a la Alcaldía de Bogotá. El 30 de Octubre de 2011 ganó las elecciones con 721.308 votos, seguido por Enrique Peñalosa, quien obtuvo 559.307 votos.
Como alcalde, Petro abrió varios debates y se enfrentó a fuertes críticas de líderes de opinión y de sus antiguos rivales en las elecciones, especialmente de Enrique Peñalosa y de Gina Parody.
Su modelo para Bogotá, cristalizado en múltiples propuestas como la fusión de las empresas de servicios públicos, el tranvía por la Séptima, la negativa a construir la Avenida Longitudinal de Occidente o la creación de un mínimo vital gratuito de agua lo convirtieron en un personaje rodeado de polémica.
Precisamente por los líos al implementar el nuevo modelo de recolección de basuras, que implementó el 18 de diciembre de 2012, el 9 de diciembre de 2013 el entonces Procurador general, Alejandro Ordóñez, lo inhabilitó y destituyó en primera instancia. Petro reaccionó hablando de un “golpe de Estado” y acusando a Ordóñez de fascista. Al final, la CIDH le otorgó medidas cautelares y eso lo mantuvo en su puesto hasta el final de su gobierno.
En 2017 lanzó su candidatura presidencial por el movimiento Colombia Humana, luego de recoger 800 mil firmas. En marzo de 2018 se sometió a una consulta con el exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo y, como era previsible, ganó. Obtuvo 2,8 millones de votos, y aunque fue una votación histórica para un candidato de izquierda (superior a los 2,6 millones de votos de Carlos Gaviria en 2006), no superó al ganador de la consulta que se hizo el mismo día con candidatos de la derecha, y que fue Iván Duque, del Centro Democrático, que obtuvo 4 millones de votos.
En la primera vuelta sacó 4,8 millones de votos, superando a Sergio Fajardo, Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle. Se fue a la segunda contra Iván Duque, y perdió con 8 millones de votos, frente a 10,3 del candidato del Centro Democrático.
Ese segundo lugar, sin embargo, le garantizó un escaño en el Senado, en el que se posesionó el 20 de julio de 2018 con la idea de lanzarse de nuevo a la Presidencia en 2022.
Durante su primer año en el Senado, Petro se caracterizó más por animar las movilizaciones ciudadanas en contra del Presidente, que por ser el líder indiscutible de la oposición en el Congreso como se había anticipado inicialmente, pero sufrió varios reveses.
A finales de 2018, en un debate en el Congreso contra el entonces fiscal Néstor Humberto Martínez, la senadora uribista Paloma Valencia mostró un video de 14 minutos en el que en 2005 el excandidato de la Colombia Humana aparece contando billetes que deposita en una bolsa de papel como si fuera un mafioso. Sus explicaciones fueron contradictorias. Primero dijo que se trataba de un préstamo del arquitecto Simón Vélez, quien negó haberle prestado dinero; después dijo que se trataba de una colecta de fondos para su campaña. Es un episodio que aunque quedó en manos de la justicia seguramente solo tendrá repercusiones sobre su imagen de adalid anticorrupción.
Durante 2019 sufrió su segundo revés cuando, pese a las denuncias de maltrato familiar en contra de Hollman Morris, Petro decidió apoyarlo como candidato a la Alcaldía lo que provocó un distanciamiento con varias de las mujeres más importantes de su coalición como Ángela María Robledo y María Mercedes Maldonado, que optaron por hacer campaña con Claudia López. López había apoyado a Petro en segunda vuelta, y se esperaba que él reciprocara su apoyo en 2019. Pero, con el argumento de que ella no estaba dispuesta a reversar la decisión ya tomada por Enrique Peñalosa de hacer el metro subterráneo, Petro le quitó su respaldo. No solo eso, se convirtió en el principal opositor a su gestión cuando ella ganó la Alcaldía de Bogotá.
Desde entonces, el pulso entre los dos se convirtió en la historia política más interesante del momento hasta que llegó el Coronavirus. En abril de 2020, Gustavo Petro reveló que tenía cáncer en el esófago y se sometió a un tratamiento jurídico.
En marzo de 2022 y con más de 4 millones de votos, Petro se convirtió en el candidato presidencial de su alianza de izquierda, Pacto Histórico, para las presidenciales de mayo. En ellas logró ocupar el primer lugar, con más de 8 millones de votos, y pasó a segunda vuelta junto a Rodolfo Hernández.
Ya en segunda sacó más de 11 millones de votos, convirtiéndose así en el primer presidente de izquierda en Colombia, teniendo a la lideresa Francia Márquez como su fórmula vicepresidencial.