Carlos Fernando Galán Pachón nació en 1977 en Bogotá y es el menor de los tres hijos de Luis Carlos Galán, el fundador del Nuevo Liberalismo asesinado en 1989 por Pablo Escobar. Viene de una familia tanto de políticos como de periodistas, las dos profesiones que ha ejercido hasta ahora. Este es el perfil de Carlos Fernando Galán.
La política le viene por el lado paterno: fuera de su papá que fue desde concejal hasta candidato presidencial, su abuelo Mario Galán fue un importante dirigente liberal santandereano. Y el periodismo, por el lado de materno: su mamá, Gloria Pachón, trabajó en el Tiempo y fue directora del Noticiero de Mediodía y su abuelo Álvaro Pachón de la Torre fue columnista de El Espectador.
Desde pequeño, Galán estuvo expuesto a ambos mundos. Aunque Luis Carlos Galán fue asesinado cuando Carlos Fernando tenía solo 12 años, lo alcanzó a acompañar en actos de campaña y recorrió el país dos veces junto a él en giras nacionales cuando era niño.
Hizo su carrera universitaria en Estados Unidos. Estudió Servicio Exterior en la Universidad de Georgetown e hizo una especialización en gobierno, gerencia y asuntos públicos en el Externado de Colombia, un programa en convenio con la Universidad de Columbia. En esa universidad inició una Maestría en Asuntos Internacionales, que no terminó por regresar al país a trabajar como periodista. Antes, mientras estaba estudiando en Washington, entre 2000 y 2001, comenzó a trabajar como corresponsal de la Revista Semana.
Luego trabajó en la OEA como asesor de César Gaviria cuando era Secretario General entre 2001 y 2003. En ese cargo se acercó aún más al ex Presidente (al que ya era cercano gracias al paso de Gaviria por el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán) y comenzó a ganar experiencia en manejo de crisis. Se especializó en temas relacionados con la Carta Democrática y el proceso de facilitación democrática en Venezuela, luego del golpe de estado de 2002. También fue Observador Electoral en las elecciones presidenciales de Nicaragua de 2001 que terminó ganando Enrique Bolaños.
De regreso a Colombia se convirtió en redactor de la sección “País” de la Revista Cambio entre 2003 y 2004, donde comenzó a investigar la política colombiana.
Después fue durante dos años más el editor político de El Tiempo y allí ganó el Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá a “mejor trabajo en prensa” por una serie de artículos de 2007 sobre la parapolítica.
A principios de 2007, Germán Vargas Lleras – al que también es cercano gracias al Nuevo Liberalismo- le propuso que fuera candidato de su partido Cambio Radical al Concejo de Bogotá. Esto significaba alejarse del Partido Liberal, en el que militó su padre y por el que su hermano Juan Manuel fue elegido Senador en 2006. Pero Carlos Fernando aceptó la propuesta y terminó siendo elegido en 2007 con 48 mil votos.
Fue el Concejal de mayor votación en Bogotá y, desde que llegó al Concejo, aprovechando sus contactos con los medios de donde venía, Galán se posicionó como uno de los principales detractores del Alcalde Samuel Moreno. Fue uno de los principales críticos del manejo que la Alcaldía le dio al problema de movilidad interna de Bogotá.
Junto con otros concejales como Antonio Sanguino, Carlos Vicente de Roux y a veces Ángela Benedetti, se convirtió en uno de los principales promotores de debates de control político y, desde 2009, comenzó a denunciar irregularidades en la contratación pública. En 2010, denunció las irregularidades en los negocios de los empresarios Julio Gómez y Emilio Tapia, que terminó siendo un detonante clave del escándalo del “Cartel de la Contratación”.
Desde mediados de 2010 Galán comenzó a sonar como el posible candidato de Cambio Radical a la Alcaldía. En marzo de 2011 hizo oficial su candidatura por ese partido. A pesar de los acercamientos entre el Partido Liberal y Cambio Radical, que de hecho fueron aliados en gran parte del país, Galán y el candidato liberal David Luna nunca materializaron una alianza. Sin embargo, Galán terminó teniendo la cuarta votación más alta (284,989 votos que suman el 12.70% de la votación) por encima de Luna.
Ese año el Partido lo escogió como su Director en reemplazo de Germán Varón Cotrino, y Galán tuvo que lidiar con el escándalo de los avales de más de 300 candidatos de Cambio Radical cuestionados por investigaciones judiciales, muchas de ellas por procesos de parapolítica. El Partido se encontraba en un momento de gran división, pues había quienes pensaban que se debía apoyar a los cuestionados, y otros que pedían que a todos se les retirara el aval. Al final Galán les retiró el aval a más de 150 candidatos.
A principios de 2012 Galán se unió al gobierno de Juan Manuel Santos, quien lo nombró como Secretario Anticorrupción y de Transparencia, un cargo que no existía y que el ex candidato a la Alcaldía estrenó. Entre sus funciones estaban asesorar directamente al Presidente, servir como secretario de la Comisión Nacional para la Moralización y coordinar el diseño de la política integral contra la corrupción.
En septiembre de 2013 fue nombrado presidente de Cambio Radical, con el fin de mantener a flote el partido y prepararlo para las elecciones de 2014.
Sin embargo, renunció en 2015 cuando el partido apoyó a Oneida Pinto y Luis Pérez para la gobernación de la Guajira y la de Antioquia respectivamente. Pinto era investigada por presuntos hechos de corrupción e irregularidad de contratos, por otro lado Luis Pérez era cuestionado por sus aliados políticos.
En diciembre de 2017 anunció que no aspiraría la reelección en el Senado por Cambio Radical porque no estaba de acuerdo con el criterio que usaron para conformar la lista, pues de nuevo el partido incluyó a candidatos cuestionados.
En 2018, luego de que Germán Vargas Lleras se quemó como el candidato de Cambio Radical a la Presidencia y ese partido decidió apoyar a Iván Duque en segunda vuelta, Galán renunció al Senado y al partido, argumentando que seguir allí ya no era coherente con sus principios.
Para la segunda vuelta presidencial votó en blanco debido a que tampoco estaba de acuerdo con Gustavo Petro.
El 23 de abril de 2019 se lanzó formalmente a la Alcaldía de Bogotá por firmas, en un evento en el Jardín Botánico, con la pretensión de convertirse en una tercería que se vaya por el medio de las coaliciones de izquierda y derecha.
A su movimiento lo llamó “Bogotá para la gente” y recogió 170 mil firmas.
Fue el principal contendor de Claudia López (candidata de la Alianza Verde y el Polo Democrático), pero no le alcanzó para ganarle, aunque sacó una votación histórica: 1 millón 22 mil votos.
Aceptó entonces ser concejal, un derecho que le da el Estatuto de la Oposición a quienes quedan de segundos en las elecciones a alcaldías, y desde el primero de enero de 2020 lideró la bancada de Bogotá para la Gente en el Concejo de Bogotá, en la que también están Marisol Gómez y Juan Baena. Se declararon independientes, y allí apoyó varios proyectos de la Alcaldía.
En octubre de 2021, el Nuevo Liberalismo, el partido de la familia Galán, obtuvo personería jurídica y los integrantes de Bogotá para la gente terminaron ahí. En diciembre de ese año, Galán renunció a su curul en el Concejo para lanzarse al Senado por la lista cerrada del Nuevo Liberalismo, pero se quemaron con solo 29 mil votos.
Volvió a lanzarse a la Alcaldía en 2023 y quedó elegido con el 49 por ciento de los votos.
Desde su posesión, mantuvo un tono conciliador con el gobierno nacional de Gustavo Petro, particularmente en temas clave en los que tienen que trabajar los dos gobernantes, como las grandes obras de infraestructura.
Su relación con el Concejo de la ciudad ha sido buena, pero hasta la entrega del plan distrital de desarrollo no había abierto el tarro de mermelada para conseguir apoyos de concejales en ese órgano.
Pese a que no era uno de los temas centrales de la campaña, el medio ambiente quedó en el centro de la agenda del principio de la alcaldía, pues Galán se enfrentó a incendios en los cerros orientales y a la escasez de los embalses que proveen agua potable a Bogotá.