El 3 de junio, el presidente le dio luz verde al recorte de 20 billones de pesos al presupuesto del 2024. La decisión se tomó durante una reunión con el ministro Ricardo Bonilla y el equipo técnico de Hacienda en Casa de Nariño.
“En ningún momento nos habló de flexibilizar la regla fiscal. Tampoco nos pidió que buscáramos más deuda. Simplemente se dio cuenta de la caída del ingreso y de la necesidad de compensarlo. Nos dijo que buscáramos la fórmula para hacerlo”, dice una fuente del alto gobierno, presente en la reunión, quien pidió la reserva de su nombre para entregar más detalles.
Dos grandes fuerzas actuaron para acelerar la decisión. Una, la angustia del Ministerio de Hacienda por “sincerar” las cuentas y mandar un mensaje de confianza a los mercados internacionales que financian al Estado. La otra, el aval del presidente Petro, quien entendió el tamaño del problema y respaldó al ministro Ricardo Bonilla para que hiciera el ajuste.
En Hacienda no descartan más recortes presupuestales por el tamaño del boquete, que califican como “descomunal”. Y todos los ministerios están corriendo para presentar el plan de recorte que le deben entregar a Hacienda.
Este fue el paso a paso del reajuste presupuestal más importante (hasta ahora) del gobierno Petro:
La “serenidad” de Petro
En la reunión del 3 de junio, Bonilla y su equipo señalaron los problemas de la gestión fiscal del exdirector de la Dian, Luis Carlos Reyes, quien saltó al Ministerio de Comercio con el lastre de una caída del 6.5% en el recaudo acumulado hasta mayo en comparación al mismo período del 2023.
De hecho, a la reunión también asistió el nuevo director de la Dian, Jairo Orlando Villabona, un profesor de la Universidad Nacional alineado con las ideas y el estilo de Bonilla. “Creemos que le va a hacer mucho bien a la Dian y, sobre todo, al recaudo”, resume un alto funcionario de MinHacienda, donde esperaban un perfil cercano al ministro tras la salida de Reyes, con quien mantuvo un agrio conflicto que rompió al equipo económico de Petro.
Luego de que Hacienda le presentó las cifras al presidente y la urgencia de recortar, Petro respondió con “serenidad” y estuvo de acuerdo en la necesidad de hacer el ajuste, según el alto funcionario del gobierno presente en la reunión.
En la reunión, Petro hizo su propio diagnóstico sobre el problema del recaudo y fue más allá de la gestión de Reyes, su nuevo ministro de Comercio.
El presidente mencionó la renuencia del Banco de la República a bajar las tasas de interés para abaratar el crédito, un factor que siempre ha señalado como el principal ancla que frena la economía y que eventualmente impacta en los impuestos. También le apuntó a las retenciones que se hicieron el año pasado para cobrar el impuesto de renta a las empresas, algo que luego señaló públicamente como un error contable de su gobierno que está asfixiando el presupuesto de este año.
Finalizada la reunión con Petro, e impulsado por el aval y la calma presidencial, el turno para ser informados sobre el ajuste fue para los ministros.
La tormenta ministerial y la angustia de Hacienda
El 4 de junio, el gabinete fue convocado a un nuevo consejo de ministros en la Casa de Nariño. En ese consejo, el presidente les anunció la decisión del recorte. Los ministros sospechaban la inminencia de la decisión. Desde el cónclave en Paipa, Boyacá, donde empezaron a preparar el anteproyecto para el presupuesto del 2025, Hacienda les informó que para el próximo año el gasto iba a ser menor y la distribución iba a tener en cuenta el nivel de ejecución de cada ministerio.
“Las noticias sobre el recaudo y el desempeño de la economía también nos anticiparon para esa decisión”, dice el ministro de Cultura, Juan David Correa, quien se viene preparando para el golpe dentro de una cartera que este año tuvo un presupuesto histórico, de 1 billón de pesos, el doble del 2023.
En el ala más a la izquierda del alto gobierno, la apretada de cinturón ha generado resistencia. “El ajuste se hizo tarde. No plantearon muchas alternativas. En ocasiones parecen más ortodoxos que Carrasquilla”, le dijo a la Silla otro alto funcionario del gobierno, quien pidió la reserva de su nombre para evitar conflictos con Hacienda, a propósito del exministro del gobierno Duque.
Luego de que el gabinete fue informado oficialmente del ajuste empezó la tormenta. Según dos altos funcionarios de Hacienda, empezaron a recibir una avalancha de solicitudes por parte de los ministerios para acelerar la ejecución, asegurar la plata para proyectos de inversión y evitar que entraran en las partidas que pueden ser recortadas.
Eso aceleró la decisión de Bonilla, el 6 de junio, de congelar temporalmente todas las partidas presupuestales que no contaran con un Certificado de Disponibilidad Presupuestal (CDP), el documento previo que expide Hacienda para comprometer la plata para un programa del gobierno.
“Paremos esto. Organicemos la casa. Y miremos. Esa fue la decisión del ministro”, cuenta un alto funcionario del ministerio de Hacienda sobre el bloqueo del presupuesto, quien pidió la reserva de su nombre por no ser su vocero. “Hubo un acuerdo con los ministerios para hacer un análisis más sosegado de las capacidades de ajuste”, cuenta otro funcionario de Hacienda que supo de la decisión de primera mano.
En Hacienda, además, estaban angustiados por no afectar los cálculos para la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), la hoja de ruta del gobierno en materia económica y un documento analizado por los mercados internacionales que financian al Estado.
“Tenemos la obligación de sacar el Marco Fiscal el 14 de junio. Tiene que cumplir con la regla fiscal y ser creíble frente a los mercados financieros. Las decisiones que estamos tomando tienen su centro gravitacional en esa fecha”, le dijo a La Silla un alto funcionario de MinHacienda que conoce las discusiones al interior del ministerio.
El análisis “sosegado” para hacer el recorte llegó en el más reciente consejo de ministros.
La tensa calma del ajuste
El lunes fue el más reciente consejo de ministros. En esta reunión se dieron las instrucciones finales para el ajuste. El principal expositor en el consejo fue el ministro Bonilla, quien anunció que cada ministerio debe presentar un plan para bajar el presupuesto de cada entidad en 5.6%. MinHacienda les dio 5 días hábiles, desde el 10 de junio, para entregar el plan de recorte respectivo.
Bonilla luego les explicó las diferentes alternativas para recortar el gasto, haciendo énfasis en los gastos de funcionamiento y en las partidas presupuestales que no cuentan con Certificado de Disponibilidad Presupuestal. El gabinete votó a favor de la propuesta de forma unánime, según un alto funcionario del gobierno presente en el consejo, quien pidió la reserva de su nombre para entregar detalles. En los consejos ministros no suelen haber votaciones porque el presidente es quien toma las decisiones, aunque en el gabinete no se esperaba algo distinto a una aprobación de todos.
Después de Bonilla, el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alexander López, hizo una presentación sobre los pasos a seguir para concretar el ajuste. Las recomendaciones de López fueron recibidas con indiferencia por algunos miembros del gabinete, quienes cuestionan su falta de destreza técnica y tienen dudas sobre su capacidad para liderar la planeación estratégica del presupuesto de inversión en 2025, según dos altos funcionarios del gobierno que conocen las discusiones de primera mano y pidieron las reservas de sus nombres.
Desde la semana pasada, cada ministro está reuniéndose con su equipo para presentarles a Hacienda y al DNP el plan de ajuste. Durante esta semana las reuniones se han intensificado.
Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Educación siguen sin definir por dónde van a hacer los ajustes. La MinAgro, Jhenifer Mojica, está reuniéndose con su equipo bajo el objetivo de evitar los recortes en las políticas de compra de tierras y en los programas de desarrollo productivo del agro, en los que ha mostrado resultados y que pertenecen al corazón ideológico del presidente.
“Debe ser un recorte equitativo. Sin afectar notoriamente ninguna agenda de transformación. Lo seguimos definiendo”, le dijo Mojica a La Silla.
El ministro Correa, de Cultura, va a defender dos programas de su cartera para que no se vean afectados por los recortes. Uno, la recuperación del hospital San Juan de Dios, en Bogotá, una iniciativa que el presidente Petro ha impulsado desde que fue alcalde de la ciudad. “Es un símbolo de la salud pública en Colombia. De la historia de la salud en el país”, dice el ministro. Y el otro, el programa “Sonidos para la construcción de paz”, una iniciativa cultural que lidera su viceministro, Jorge Ignacio Zorro, enfocada en los colegios públicos, con el que esperan impactar a un millón de niños ampliando su oferta educativa en arte y cultura.
Correa dice que en el plan de ajuste de MinCultura se va a enfocar en recortar los gastos “burocráticos”, aunque no entregó detalles concretos sobre el monto de esos recortes y sus implicaciones para la operación ordinaria del ministerio.
Un caso especial es el de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (Ungrd), salpicada por el principal caso de corrupción del gobierno Petro. Para 2024, de los 780 mil millones de pesos que tiene de presupuesto, 750 mil (96%) están destinados a gastos de funcionamiento. Es decir, en teoría tiene un amplio margen para sufrir recortes bajo el criterio del gobierno.
Sin embargo, la Ungrd tiene comprometido 656 mil millones de pesos, según los datos de Hacienda. Es decir, la plata para ajustar se reduce a 124 mil millones de pesos. Pero, además, se trata de una entidad que necesita de grandes recursos disponibles para enfrentar las emergencias que está ocasionando el período de grandes lluvias que experimenta el país, y que podría agravarse si llega La Niña, por lo que sus ajustes presupuestales se deben hacer con pinzas.
“Para nosotros es difícil decir vamos a recortar de aquí, o de allá, porque en esta entidad todo es urgente. Pero estamos intentando recortar burocracia y aplicando un plan de choque para organizar el terrible desorden de la Unidad”, dice Carlos Carrillo, director de la Ungrd, quien tampoco entregó detalles sobre esos recortes burocráticos.
En el Ministerio de Hacienda también están preparando su propio ajuste. Como los demás ministerios afirman que el recorte se va a hacer en la burocracia. Según un alto funcionario de la entidad, las primeras revisiones se van a hacer en los contratos de prestación de servicios que terminan en agosto y en diciembre. “Les vamos a incumplir a mucha gente este año y el próximo. Ojalá podamos minimizar el costo político de hacerlo”, dice la fuente sobre las cuotas burocráticas que el Pacto Histórico deberá sacrificar para cumplir con el duro ajuste de Bonilla.