Hoy el abogado de Olmedo López, exdirector de la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres (Ungrd) radicará en la Fiscalía la matriz de colaboración con la que buscará un principio de oportunidad. Para recibir beneficios judiciales, quien era la cabeza de la Ungrd, tiene que convencer a la Fiscalía que tiene como delatar a alguien más arriba.
Según la revista Semana, a cambio de beneficios judiciales, López acusará a la cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) Carlos Ramón González, de ser el alto funcionario que “dio la orden” para repartir al menos 4.000 millones de pesos en coimas a los presidentes de la Cámara, Andrés Calle, y el Senado, Iván Name.
López, según lo que se ha filtrado hasta ahora, también confirmaría las declaraciones de Sneyder Pinilla, exsubdirector de la Ungrd, quien fue el que prendió el ventilador del escándalo.
La versión de Pinilla y de la defensa de López ya ocasionó la salida del gobierno de Sandra Ortiz, quien era la consejera para las regiones. También tiene dando explicaciones al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco.
Hasta ahora no se conocen detalles de lo que López dirá de Carlos Ramón González, pero si confirman y entregan pruebas de que estuvo detrás de la repartición de coimas a congresistas, sus versiones se convertirán en un golpe contundente para el gobierno de Gustavo Petro. Sobre todo, porque Pinilla ha asegurado que la entrega de coimas a congresistas era “una política de Estado”
El camino a Casa de Nariño de Carlos Ramón
En 2022 González dejó de ser el poder en la sombra de la Alianza Verde y se puso frente a los reflectores para ser el brazo de la aspiración presidencial de Gustavo Petro en ese partido.
Políticamente, González fue clave para la estrategia electoral del petrismo. Estuvo detrás del viraje que hoy le permitió a los militantes del Verde y a sus congresistas, quedar en libertad, lo que en la práctica volcó a buena parte de ellos a la campaña de Gustavo Petro.
Y luego impulsó que la Alianza Verde se declarara partido de gobierno, lo que le aseguró a esa colectividad el acceso directo a la burocracia de Presidencia y, por esa vía, manejo de la plata pública.
Además de Gónzález, los verdes han tenido cargos de alto perfil en el gobierno así:
- Jorge Londoño, director del Sena.
- Mauricio Toro, director del Icetex.
- Diego Cancino, viceministro de Interior.
- Luis Carlos Leal, superintendente de Salud.
- Wilmer Leal, director del Fondo Colombia en Paz.
- Sandra Ortiz, consejera presidencial para las Regiones
Precisamente Ortiz renunció hoy de la Consejería de las Regiones tras ser señalada por el exsubdirector de la Ungrd, Sneyder Pinilla, de ser la mensajera de la coima de 3 mil millones de pesos que le habrían entregado en dos partes al presidente del Senado, Iván Name. Ortiz niega que esas versiones sean ciertas.
En todo caso, González es el verde que ha recibido el nombramiento de más alto perfil en el gobierno Petro. Su entrada a Palacio se dio por la puerta más grande en abril del año pasado cuando asumió la cabeza de la Dirección Administrativa de Presidencia, Dapre, una entidad con un bolsillo de 6 billones de pesos anuales.
Su rol adquirió más poder cuando la mano derecha del presidente, Laura Sarabia, salió por unos meses en medio del escándalo de las chuzadas a su niñera. Como reveló La Silla Vacía, cualquiera que quisiera hablar con el presidente debía pasar por él, incluidos congresistas y ministros. Entre esas funciones estaba la de manejar el “computador de palacio”, la relación de puestos a cambio de alinear votos en el Congreso.
Al tiempo, González aseguró su injerencia en el Sena. Su esposa, Luz Danna Leal, fue nombrada en la dirección nacional de Empleo y Emprendimiento, movida que le permitió activar maquinaria en las elecciones locales de 2023.
La Silla Vacía reveló que desde el Sena regional impulsaron la campaña del cuñado de Carlos Ramón González, quien se reeligió como diputado de Santander ese año. Además, en el Sena Santander hay denuncias de la supuesta injerencia burocrática de Luz Danna Leal.
González también se movió de frente para influir en cargos más visibles aprovechando su cargo en el Dapre.
Fue el artífice de la reunión en Casa de Nariño entre Petro y el excandidato presidencial Rodolfo Hernández, que concluyó con que Hernandez recibiría el apoyo del petrismo en su aspiración a la Gobernación de Santander. Incluso, ofreció un ministerio a uno de los candidatos que le competían con más fuerza a Hernández para sacarlo de la campaña.
En Santander, González también tiene vasos comunicantes con Girón, municipio al que la Ungrd le entregó contratos por 347 mil millones de pesos, en vísperas de las elecciones de 2023, durante la administración de Olmedo y Pinilla.
El grupo de González ha mantenido poder político en ese municipio, que es el quinto más grande de Santander, como aliado del actual director administrativo de la Cámara de Representantes, Jhon Abiud Ramírez.
Petro anunció vía X que suspendería el giro de los recursos comprometidos para ese contrato en Girón.
Desde febrero, González está al frente de la Dirección Nacional de Inteligencia, entidad que se encarga de la inteligencia y contrainteligencia de Presidencia, y que, entre otros, recauda información estratégica para la seguridad nacional. El DNI es el equivalente a la CIA en Estados Unidos o el MI6 para el Reino Unido. Ese nombramiento refleja la confianza que tiene en González el presidente Petro.
El poder en la Alianza Verde, entre las sombras
Carlos Ramón González es uno de los cofundadores de la Alianza Verde. Ha estado 30 años detrás de todas las decisiones de ese partido. Estuvo ahí cuando arrancó como Alianza Democrática, cuando pasó a llamarse Opción Centro, cuando mutó a Partido Verde Opción Centro, cuando pasó a ser solo Partido Verde y cuando se convirtió en Alianza Verde.
En 2023, cuando entró formalmente al gobierno Petro, fue la primera vez en tres décadas que González dejó de ser directivo de ese partido. Sin embargo, sigue ejerciendo su influencia a través de Rodrigo Romero, elegido en 2023 como uno de los copresidentes.
Romero es un viejo aliado de González, entró a figurar en la Alianza Verde, cuando ese partido se llamaba Opción Centro. Para entonces, Romero era conocido en Santander por su activismo entre los sindicatos de educadores, y también por ser parte del grupo político del exsenador Luis Alberto “El Tuerto” Gil, otro desmovilizado del M-19 que terminó condenado por parapolítica.
Como contó La Silla en esta investigación, Romero fue representante a la Cámara de Opción Centro tras una alianza en la que se apoyaron mutuamente con Gil, quien se eligió senador. Desde los escándalos que sacudieron a Gil, Romero se quedó al lado de Carlos Ramón González.
Con González, Romero escaló dentro del verde hasta manejar administrativamente el partido. En la práctica, Romero heredó las banderas de González, quien, además de copresidente, estaba pendiente de esas labores hasta que renunció para entrar al gobierno Petro.
Si bien el partido tiene a otros dos copresidentes, Antonio Navarro Wolf y Antanas Mockus, la sensación interna es que sus liderazgos son más simbólicos que prácticos, debido a que ambos tienen quebrantos de salud.
Desde que estalló el escándalo de la Ungrd, la bancada de congresistas está pidiendo una reunión urgente, pero Romero dijo que solo la programaría hasta el miércoles porque primero “tiene programadas otras reuniones para el mismo tema”. Un sector de los congresistas siente que retrasarla los perjudica. “Todos estamos pagando los platos rotos pero no todos somos aliados del gobierno”, le dijo a La Silla uno de los congresistas verdes que pidió no ser citado.
Esa escena, en parte explica cómo influye el poder de González en la sombra. Y su empañado debut en la política es el que explica por qué González eligió moverse fuera de los reflectores.
Cuando ocurrió la desmovilización del M-19, donde tenía el alias de “Mario Santander” y se conoció con Petro, González intentó ser protagonista. Se convirtió en jefe político de la Alianza Democrática M-19 en Santander, fue representante a la Cámara y cuando no logró reelegirse a mediados de los 90 se lanzó con éxito como concejal de Bucaramanga.
Pero, justo cuando cruzaba por la mitad de su segundo periodo como concejal de Bucaramanga, protagonizó un escándalo que concluyó con una condena en su contra por hechos de corrupción.
Fue acusado de usar una corporación llamada Alborada, que trabajaba con desmovilizados del M-19, para suscribir irregularmente contratos de vigilancia con el Instituto de Salud de Bucaramanga, Isabú.
En el expediente queda claro que la fundación despachaba en la misma sede política de Carlos Ramón González, que compartían contador, que plata de los contratos llegó a sus manos, que fue utilizada en política, y que, incluso, fue registrada a través de pagos a terceros para volarse los topes electorales de la campaña en esa época.
Dentro de los terceros que ayudaron a desviar la plata está el nombre de Luz Dana Leal, esposa de Carlos Ramón González y hoy alta funcionaria del Sena.
Aunque todos esos hechos quedaron probados en el expediente, en 2004 González terminó condenado solo por el delito de falsedad en documento privado por haber ocultado gastos de campaña. Se concluyó que, aun cuando había recibido plata de los contratos de la fundación para financiar su campaña, el uso de ese dinero no podía ser considerado ilegal debido a que los objetos sí se ejecutaron.
La manera en que funcionaba Alborada guarda similitudes con el funcionamiento de otras corporaciones con las que González, sus familiares y miembros del Verde han sido contratistas públicos: han compartido las mismas sedes, así como contadores y revisores fiscales.
El otro poder de Carlos Ramón: contratista y prestamista
Carlos Ramón González tiene otro eje de poder en una financiera llamada Dansgold, que fundó en 2008 junto a su esposa Luz Dana Leal, la hoy funcionaria del Sena.
Esa financiera es el banco de los verdes. Entre 2017 y 2019 esa empresa le prestó 3.150 millones de pesos al partido Verde.
En 2022, entre junio y agosto, Dansgold le hizo dos préstamos por 700 millones de pesos al partido y esta vez incluso figuró con nombre propio Carlos Ramón González dándole crédito a los verdes por otros mil millones más.
Dansgold ha compartido revisores fiscales con las corporaciones Sor Teresa de Calcuta y Asís de Colombia . Ambas actualmente contratan con el estado operando comedores comunitarios de Bogotá y, como reveló esta investigación de La Silla Vacía, están vinculadas a González, su familia y militantes del verde.
Además, hay otras dos corporaciones que también operan comedores comunitarios en Bogotá con vasos comunicantes con González y su familia: la corporación Siembra Futuro y Corporación para el Desarrollo Social Humano Ser.
Son contratos que ganan todos los años y por los que cada una de las corporaciones maneja entre 400 y 700 millones de pesos anuales.
Mientras se conocen detalles de lo que dirán tanto López como Pinilla, González seguirá dando directrices en la entidad que se encarga de coordinar toda la inteligencia y contrainteligencia de Presidencia.