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Carlos Ramón González, director nacional de Inteligencia (DNI), reveló en una entrevista con Blu Radio que carece de los conocimientos y la pericia necesarios para liderar esta agencia. En un momento, afirmó: “la inteligencia no se maneja como otras inteligencias”, para después mencionar el uso de drones para “mapear la minería ilegal, los cultivos ilícitos y la deforestación”.
Durante la entrevista, los periodistas abordaron las supuestas interceptaciones a miembros del poder judicial que han preocupado al vicepresidente de la Corte Constitucional. Aparte de las respuestas ambiguas, quedó claro que González tiene un entendimiento limitado en temas de inteligencia y seguridad nacional, continuando la línea de su antecesor, Manuel Alberto Casanova.
Misión ambigua y recursos insuficientes
La inteligencia estratégica es un proceso lógico de recolección de información que debe ser evaluado e interpretado sobre aspectos internos y externos. Lo que debería permitir al alto gobierno tomar mejores decisiones para anticipar amenazas, oportunidades o mejorar la posición competitiva del país.
La misión que el presidente Petro le dio al DNI es: “contribuir a la protección, garantía y respeto de los derechos humanos de los colombianos y residentes en Colombia, produciendo inteligencia estratégica y contrainteligencia, desde una perspectiva civil, orientada hacia la seguridad humana, que permita la consecución de los fines esenciales del Estado”. Sin embargo, el problema radica en la falta de especificaciones sobre cómo se cumplirá con la protección de los derechos humanos y si existen las capacidades técnicas y recursos necesarios para alcanzar estos objetivos, una deficiencia común en este gobierno que promueve ambiciones utópicas, pero con resultados pobres.
Predicción estratégica y anticipación de amenazas
El DNI debería generar productos de inteligencia con predicciones que faciliten la toma de decisiones del jefe de Estado en relación con el desempeño económico, anticipando cambios en el entorno de los mercados en los que participa el sector productivo del país. Además, debería detectar amenazas a la seguridad nacional, como el posible colapso del régimen venezolano, lo que podría traer la expulsión de grupos armados hacia Colombia, un evento con alta probabilidad de ocurrencia.
Los informes del DNI deberían alertar al presidente sobre las posibles consecuencias si las EPS colapsan, desde una perspectiva de seguridad nacional. Por ejemplo, la Evaluación Anual de Amenazas de la Comunidad de Inteligencia de EE. UU. considera al sistema de salud como una prioridad de seguridad nacional. Un director competente del DNI habría entregado un memorándum de seguridad nacional al presidente evaluando los riesgos de la reforma y estatización del sistema de salud.
Deficiencias en la gestión y enfoque ineficiente
El DNI debería haber anticipado el impacto de desmantelar la línea de mando de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, lo que contribuiría a la expansión de los grupos armados. También habría previsto que el uso de drones cambiaría el curso del conflicto interno y tendría consecuencias operacionales, lo que debería haber modificado la doctrina y el plan de campaña Ayacucho.
Además, habría informado al jefe de Estado sobre el papel crucial de Israel en la seguridad nacional de Colombia, advirtiendo las consecuencias de romper relaciones diplomáticas y destacando el impacto negativo en las poblaciones vulnerables en áreas donde operan grupos armados.
La calidad de los productos de inteligencia debe fundamentarse en probabilidades, creación de escenarios y otras herramientas derivadas de la estadística y las matemáticas, como la teoría de juegos. Sin embargo, este gobierno desprecia a los técnicos y cualquier enfoque respaldado por evidencia empírica. La falta de previsión de escenarios y riesgos es una responsabilidad directa del DNI.
Limitaciones del director del DNI
Cuando los periodistas de Blu Radio preguntaron al director del DNI sobre los métodos de recolección de información mencionó el uso de fuentes abiertas, dejando la impresión de que no comprende lo que debe hacer el DNI.
Existen cinco metodologías principales de obtención de información: recolección de fuentes humanas (Humint), interceptación de señales electrónicas (Sigint), análisis de imágenes y fotografías de cámaras, radares y drones (Imint), inteligencia geoespacial que procesa información geolocalizada con software especializado (Geoint), y la recolección de información de fuentes abiertas (Osint), que constituye aproximadamente el 80% de la información. La creación y análisis de bases de datos permite identificar patrones, como lo demuestra el trabajo de analistas Osint como Oryx Blog en la guerra de Ucrania, crucial para comprender el conflicto y geo referenciar campos de batalla.
Si el DNI está utilizando drones para mapear cultivos ilícitos, minería ilegal y deforestación, estaría duplicando funciones que ya cumplen la Fuerza Aérea, la Policía Nacional y la Unodc. Esto indica un mal direccionamiento en la recolección de información y un desperdicio de recursos escasos en la comunidad de inteligencia.
Ahora, si el objetivo es desmantelar las economías ilícitas, el enfoque adecuado es seguir la ruta del lavado de activos de las organizaciones que controlan estos mercados. Esto requiere recolección de información financiera informal y el trabajo con fuentes humanas. Sin embargo, los resultados actuales muestran que el crimen organizado se ha fortalecido.
¿El director del DNI ha presentado productos de inteligencia que recomienden acciones para fortalecer la persecución financiera del crimen organizado? ¿Ha informado sobre las deficiencias en la Unidad de Inteligencia Financiera, cuya normativa tiene un impacto limitado en la lucha contra el crimen organizado?
Finalmente, la inteligencia no debe estar subordinada al poder judicial ni debe centrarse en cumplir con las demandas de la Fiscalía. Su función es anticipar escenarios que amenacen la seguridad nacional o que permitan aprovechar oportunidades para mejorar la influencia del país en el escenario internacional y mejorar su competitividad. Lamentablemente, en el DNI actual, la inteligencia brilla por su ausencia. Además, su director parece más interesado en la burocracia y las intrigas de un gobierno caótico e ineficiente.