Luvi Katherine Miranda nació el 14 de diciembre de 1985 en Bogotá. Es representante a la Cámara por Bogotá con la Alianza Verde y está en la Comisión Tercera. Hace parte de una familia con influencia militar; su madre llegó a ser mayor en la Policía.
Miranda se graduó de Ciencia Política y Gobierno del Rosario; inició un posgrado en Cultura de Paz, Cohesión Social y Diálogo Intercultural de la Universidad de Barcelona, pero no lo pudo concluir.
Siendo universitaria hizo campaña al polista Carlos Gaviria a la Presidencia en 2006, pero entró de lleno a la militancia política de la mano de Antanas Mockus, a quien conoció cuando hizo la pasantía de la universidad en Visionarios por Colombia, centro de pensamiento liderado por Mockus. Luego fue coordinadora de juventudes de su campaña presidencial en 2010.
Una vez Mockus perdió las elecciones, entró como asistente y llegó a ser la coordinadora de la UTL del entonces senador John Sudarsky, un viejo aliado de Mockus en su alcaldía y en La Ola Verde de 2010.
Cuando el Partido Verde se la jugó por Enrique Peñalosa como su candidato para la Alcaldía de Bogotá en 2011, inicialmente Miranda entró a respaldar, pero retiró ese apoyo cuando la campaña y el partido se aliaron con el uribismo. De hecho, también salieron de allí Mockus, quien fue precandidato a la Alcaldía y terminó apoyando a Gina Parody.
Para las elecciones presidenciales de 2014, Miranda apoyó la precandidatura de Sudarsky, y cuando Peñalosa ganó la candidatura verde, no le hizo fuerza a ningún candidato.
Un año después, Peñalosa salió de los verdes y se lanzó a la Alcaldía de Bogotá con el aval de Cambio Radical. Aunque Mockus lo apoyó, Miranda se la jugó por Rafael Pardo como muchos otros sectores de centroizquierda dentro del partido.
En ese tiempo, Miranda trabajó con Sudarsky en Contrial, una organización sin ánimo de lucro que hace control político al Congreso. También se vinculó a la campaña del Sí en el plebiscito en 2016, en la que trabajó con viejos aliados de La Ola Verde, como Luis Eduardo ‘Lucho’ Garzón.
En las elecciones de 2018, Miranda se lanzó a la Cámara de Representantes por Bogotá como fórmula de Mockus y con el apoyo de Sudarsky. Esos apoyos le dieron el impulso para sacar 63 mil votos. Su campaña se financió mayoritariamente con créditos de particulares, reportó ingresos por 362 millones de pesos,incluyendo alrededor de 120 millones entre donaciones y crédito por parte de Alianza Verde.
Como el resto de los verdes, hizo campaña a Sergio Fajardo para la primera vuelta de ese año. Para la segunda apoyó a Gustavo Petro para ganarle la presidencia a Duque.
Para las elecciones locales de 2019, Miranda coordinó los candidatos mockusianos en Bogotá, 12 a las JAL y apoyó a Jorge Torres al Concejo. Salieron elegidos 6 ediles: María Claudia Cetina en Usaquén, Pilar Parada en Kennedy, Cristian Montañez en Engativá, Natalia Goyeneche en Teusaquillo, Cristian Rincón en Los Mártires y Jasmin García en Ciudad Bolívar.
A pesar de que su padrino político le hizo campaña a Claudia López para la Alcaldía de Bogotá, Miranda no lo hizo por diferencias programáticas con la campaña en el tema del Transmilenio; pero, según ella, al final le dio su voto por disciplina de partido.
Una fuente cercana a ambas partes le dijo a La Silla que a pesar de que comparten agenda en muchas cosas, tienen “roces electorales e ideológicos” que empezaron en 2019.
En el Congreso, Miranda hizo parte de la coalición para sacar adelante el proyecto de acto legislativo para crear la Región Metropolitana de la Sabana de Bogotá (ya se aprobó); apoyó en 2018 la iniciativa para prohibir la experimentación cosmética en animales (en su momento se hundió, pero volvieron a pasar el proyecto y recientemente se volvió ley); y fue coautora de un proyecto de ley para eliminar beneficios penales y modificar el régimen de inhabilidades (ya es ley).
También quiso meter en el Plan de Desarrollo de Duque la prohibición del fracking y asignar presupuesto al servicio de movilidad colaborativo (como por ejemplo las plataformas digitales), pero ambas cosas se hundieron.
Durante la pandemia del covid se alió con León Fredy Muñoz, Inti Asprilla (verdes); y David Racero y María José Pizarro (Decentes) para presionar a las mesas directivas del Senado y Cámara en busca de aprobar las sesiones presenciales. Lo lograron de forma parcial, pues se aprobaron las semipresenciales.
Promovió la moción de censura de dos ministros del gobierno Duque. Primero fue citante de la moción de censura contra el ministro de Defensa, Diego Molano, por un operativo militar en el Putumayo que dejó civiles muertos; de la cual se salvó. También durante la moción de censura contra Karen Abudinen por el escándalo de Centros Poblados recogió 20 mil firmas ciudadanas que pedían su renuncia y en la Cámara fue una de las voces que más exigían su dimisión.
Luego de la renuncia de la ministra, Miranda usó el término “abudinear” en varias ocasiones y en una vallas en propaganda para su reelección a la Cámara, usando el apellido de Karen Abudinen como sinónimo de corrupción. Por ese caso, el Consejo Nacional Electoral le ordenó a Miranda que retirara la publicidad electoral donde usaba la palabra.
Para las elecciones presidenciales de 2022 fue una de las integrantes del Verde que pidió que su partido apoyara desde la primera vuelta la candidatura de Gustavo Petro. La mayor parte de su financiamiento para la campaña a la Cámara fue a través de créditos de particulares, incluyendo 150 millones de pesos del Partido Verde.
Sin embargo, de los más de 700 millones de pesos que reportó en Cuentas Claras, 100 millones de pesos llegaron en forma de donación por parte de Carlos Arcesio Paz Bautista, integrante de la superpoderosa familia Paz Bautista, principales accionistas de la Sociedad Portuaria de Buenaventura y dueños de Harinera del Valle. Luego de ser reelegida en la Cámara, y siendo la más votada de Bogotá con más de 118 mil votos, dio su apoyo público a Petro.
Conforma la Comisión Tercera de la cual fue presidenta en 2023. Fue autora de la ley que convirtió imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad, promovió una ley contra el acoso sexual (la cual fue retirada) e incluyó un artículo dentro de la tributaria de Gustavo Petro para crear un impuesto a las iglesias (que se hundió).
En 2023, durante las discusiones sobre el Plan Nacional de Desarrollo (PND), el presidente Petro anunció la ruptura de la entonces coalición de gobierno argumentando que se habían hundido intencionalmente dos artículos que permitían mecanismos extraordinarios para hacer pagos de tierras, claves para la reforma agraria.
Miranda, coordinadora ponente del PND y presidenta de la comisión Tercera, afirmó que dichos artículos seguían en el entonces proyecto de ley, tal cual como los había presentado el gobierno. Sin embargo, la Silla pudo confirmar que el gobierno, a través de Laura Sarabia, habría solicitado abrir las discusiones en las mesas técnicas, acompañadas por el Ministerio de Agricultura y Planeación Nacional, para modificar estos artículos, pero Miranda se habría negado en dos ocasiones.
Dichos cambios, que también fueron propuestos por la congresista Támara Argote, ampliaban las competencias de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) para, según el gobierno, aterrizar una de sus reformas bandera. En junio de 2024, el presidente Petro se volvió a referir a este episodio, indicando que “La señora Katherine Miranda escondió el artículo para que no se debatiera en el congreso”. Miranda calificó al artículo como “expropiación express” y le respondió al presidente por medio de sus redes sociales
En su periodo como presidenta de la comisión pasaron proyectos de ley como el Plan Nacional de Desarrollo, el Presupuesto General de Regalías y la Reforma Tributaria, todos aprobados. Sin embargo, desde ese momento marcó una distancia con el gobierno Petro, pues según sectores del Pacto Histórico, se “vieron traicionados” por la congresista. En ese periodo también se realizó un debate de control político al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, por el impacto fiscal y económico de la aprobación de las reformas de la Salud, Laboral y Pensional.
Desde esas rupturas fue una de las promotoras de que su partido se mantuviera en la independencia, posición que tiene también frente al gobierno Petro. Su voz ha sido vocal y mediática contra las reformas sociales promovidas por el gobierno.
Por ejemplo, le retiró su apoyo a la reforma pensional en el último debate, indicando posteriormente a través de sus redes sociales que dicha reforma caería en la Corte Constitucional, después de que el proyecto de ley se salvara en los últimos días de la legislatura.
Esta posición de independencia respecto al gobierno Petro le ha ganado apoyos dentro de la corporación para su candidatura a la presidencia de la Cámara para la legislatura 2024-2025.