Luis Gilberto Murillo fue nombrado como ministro de Relaciones Exteriores en mayo de 2024 por el presidente Gustavo Petro. Antes fue su embajador en Washington. Llegó a la Cancillería como encargado después de la suspensión de Álvaro Leyva por la Procuraduría.
Murillo nació en San Juan, un pueblo chocoano cerca de Andagoya. Al graduarse del colegio obtuvo una beca para estudiar en Rusia por ser uno de los mejores Icfes del país.
Es un exgobernador del Chocó y exministro de ambiente de Juan Manuel Santos. Fue precandidato presidencial y fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo en las elecciones de 2022 que ganó Petro.
En la Universidad Estatal de Prospección Geológica de Moscú estudió ingeniería de minas y en esa misma institución hizo una maestría en minería. En la entonces Unión Soviética fue testigo de la caída del Muro de Berlín y después volvió a Colombia para ver el movimiento estudiantil de la Séptima Papeleta y la Constitución del 91. Según él, estos eventos fueron fundamentales para su formación.
A comienzos de los noventa trabajó como director de la Corporación para el Desarrollo del Chocó, cuando el presidente era César Gaviria. Después se fue a Bogotá a trabajar en la alcaldía de Antanas Mockus en el cargo de Director Encargado del Departamento del Medio Ambiente de Bogotá.
Cuando terminó su periodo en Bogotá decidió lanzarse en la gobernación del Chocó. En ese momento, sus opositores lo acusaron de haber cometido el delito de peculado por destinación oficial diferente porque invirtió cinco millones de pesos que le habían aprobado para un plan de saneamiento ambiental en zonas mineras, en la reparación de una escuela en Andagoya que se encontraba en mal estado. Este delito desapareció con la reforma al Código Penal en el 2001.
La condena tuvo lugar cuando ya había ganado las elecciones y ya había ejercido un año como gobernador. Tuvo que retirarse de la Gobernación.
En el 2000 fue víctima de un secuestro extorsivo por parte de los paramilitares que lo forzó a abandonar el país y refugiarse con su familia en la capital de Estado Unidos.
Durante los primeros años en Washington trabajó por la noche como bouncer de una discoteca. De día se dedicaba a hacer cabildeo en el Congreso para vincularse con los congresistas afroamericanos y la red de derechos humanos en Washington. Desde entonces ha mantenido buenas relaciones con el mundo político de la capital estadounidense.
Gracias ese cabildeo se pudo vincular a la Agencia de Cooperación Internacional Lutheran World Relief donde trabajó como analista de política internacional. Después de esto fue vicepresidente de operaciones de la Fundación Phelps Stokes, una ONG dedicada al desarrollo de las comunidades latinoamericanas y africanas.
En el 2005, volvió a visitar el Chocó y ahí comenzó a coquetear con la idea de volver y lanzarse como candidato a la Gobernación. Lo hizo en 2011 con el aval de Cambio Radical y en coalición con la alcaldesa de Quibdó, Zulia Mena. Ganaron con una votación histórica de 52.000 votos aun cuando ninguno de los dos pertenecía a la clase política dominante la región.
A pesar de que la Procuraduría había emitido dos certificados donde establecía que no estaba inhabilitado, su elección fue demandada ante el Consejo Nacional Electoral por sus detractores y el Consejo falló a favor de Murillo.
Esto no fue suficiente para ganar la batalla jurídica, pues sus opositores demandaron la decisión del Consejo Nacional Electoral ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Chocó y el Consejo de Estado lo suspendió. Por eso, el 1 de noviembre de 2012, Murillo tuvo que abandonar la Gobernación y Santos nombró como reemplazo temporal a Óscar Gamboa, director del Programa Presidencial para la Población Afrocolombiana.
En septiembre de 2014 nombró a Murillo coordinador del Plan Pacífico, el plan de choque del Gobierno para la crisis social, económica y de violencia en el Pacífico colombiano, y en el remezón de ministros de Santos de abril de 2016, lo nombró ministro de Ambiente en reemplazo de Gabriel Vallejo.
En 2017 Murillo, renunció a su militancia de Cambio Radical después de que la bancada de ese partido votó negativamente a los proyectos relacionados con la Justicia Especial para la Paz (JEP), y que Santos dijera que quienes no apoyaran la implementación de la JEP debían abandonar el Gobierno.
Estuvo en el Ministerio hasta el 7 de agosto del 2018, año en el que termino el Gobierno de Juan Manuel Santos.
En 2019 trabajó como investigador asociado en el Centro de Estudios para América Latina (Clals) de la American University en Washington, donde volvió a asentarse con su esposa, rusa, y gracias a que tiene la doble nacionalidad.
También fue consultor en manejo de recursos naturales, equidad e inclusión de la Food Agricultural Organization (FAO) de la Naciones Unidas, y en 2020 fue el primer colombiano y uno de los pocos latinoamericanos seleccionado para integrar el equipo de la Iniciativa de Soluciones Ambientales del programa Martin Luther King, en la prestigiosa universidad Massachusetts Institute of Technology. Durante este tiempo fue uno de los defensores del Acuerdo de Escazú y manifestó su oposición al fracking.
Se mantuvo vigente en la política colombiana y en 2019 cofundó el partido Colombia Renaciente, que nació cuando el consejo comunitario caleño Playa Renaciente logró elegir a John Arley Murillo como representante a la Cámara en una de las curules afro. Para esas legislativas, en 2018, Murillo apoyó a John Arley con los aliados que tenía en Chocó de cuando fue gobernador en 2011.
Colombia Renaciente se unió a la Coalición de la Esperanza a mediados de 2021, y unos meses después Luis Gilberto Murillo empezó a sonar como el precandidato a la presidencia de ese partido. Se lanzó en enero de 2022, casi en simultáneo con Ingrid Betancourt. Esa misma semana, ante dos nuevas candidaturas en la coalición, Juan Manuel Galán sugirió en declaraciones públicas que se depurara esta lista de precandidatos para llegar a las consultas con solo tres caras en el tarjetón.
Esto ocasionó la salida de Murillo de la coalición. “¿Será que no soportan la llegada de una mujer y un negro?”, dijo a medios de comunicación en ese momento. Continuó con su candidatura por fuera de la coalición hasta la semana después de las consultas, cuando aceptó ser la fórmula de Sergio Fajardo, el candidato ganador en la Coalición Centro Esperanza.
Tras los malos resultados de esa candidatura en la primera vuelta, Murillo manifestó su apoyo a Petro y empujó su candidatura, que a la postre ganó la presidencia en la segunda vuelta.
En las semanas siguientes sonó como posible ministro de Energía y Minas con el peso de ser afro del Pacífico, exministro de Ambiente y opositor al fracking; o embajador en Washington, por sus relaciones con el mundo político gringo y sobre todo el poderoso black caucus (grupo de congresistas afroamericanos).
Aunque debía renunciar a su ciudadanía estadounidense para asumir ese cargo, el 12 de julio Petro anunció que será su embajador ante Estados Unidos, con retos tan grandes como buscar un giro en la política de drogas, abrir puertas para posibles renegociaciones del TLC o lograr apoyos para la política de transición energética, entre otras.
En mayo de 2024 se publicó su hoja de vida para entrar formalmente como canciller, después de estar encargado de la cartera durante los cuatro meses anteriores, mientras que también fungía como embajador en los Estados Unidos.
Ese mismo mes fue llamado por la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes a un debate de control político por la situación migratoria en el país, particularmente por la situación en tapón del Darién.