Ni una condena penal ni dos suspensiones son motivos para perder elecciones. Los grupos políticos de William Villamizar, el exgobernador que los entes de control sacaron dos veces, y Ramiro Suárez Corzo, condenado por homicidio, se mantuvieron en el poder. Villamizar hasta ganó espacio y volvió a la Gobernación. Y Suárez perdió, pero se mantiene vigente.
Estas son las cinco claves de los resultados de las elecciones regionales, que también llevaron a Jorge Acevedo a la Alcaldía de Cúcuta:
1) Villamizar sigue siendo poderoso, pero en medio de la división
Desde que fue elegido gobernador de Norte de Santander en 2007, William Villamizar y su estructura no han dejado el palacio de la cúpula chata, como llaman al palacio de la Gobernación de Norte de Santander.
Las sanciones que acumuló, de Procuraduría y Contraloría, en sus periodos pasados no lo inhabilitaron para volver a hacer campaña. Es la tercera vez que ocupará el primer cargo del departamento (la primera entre 2008 a 2011 y la segunda entre 2016 a 2019), y ha puesto a los gobernadores en el intermedio de sus administraciones: al hoy senador Edgar Díaz (2012 – 2015) y al actual mandatario del departamento Silvano Serrano (2020-2023).
Pero a la luz de los resultados, Villamizar ha disminuido. Ganó con un 37 por ciento de votación. Dista del 50 por ciento con el que ganó su antecesor y ahijado, Silvano Serrano. También, es su menor votación a nombre propio porque en 2007 ganó con el 63 por ciento y en 2015 con 41 por ciento.
Además, su triunfo en esta contienda no es tan contundente porque la votación sumada del segundo y tercer lugar lo alcanzan. Diego González que sacó 146.654 votos y el general Jorge Mora que tuvo 115.937 votos. Entre los dos sumaban 2.909 más que Villamizar.
Le sirvió que los dos candidatos representaban cosas distintas. González haciendo campaña en su contra y Mora abanderado de la seguridad. Por lo tanto, no había forma de unificarse.
En todo caso, el poder de Villamizar no solo se ve en la gobernación, pues de los 40 municipios en Norte de Santander, en 30 quedaron electos alcaldes que eran su fórmula por partidos o que hacían parte de su estructura política.
En la asamblea también logró consolidar mayorías. Los candidatos de Villamizar, Pedro Leyva que repite y el verde Edgar Pallares ganaron curules y sus aliados políticos: los congresistas Edgar Díaz, Wilmer Carrillo, Ciro Rodríguez, Felipe Corzo, el exsenador Andrés Cristo y el exalcalde de Cúcuta condenado Ramiro Suárez lograron colocar un diputado cada uno, siendo ocho de 13.
Además, en el Concejo de Cúcuta, logró mantener a Albert Casadiegos y Oliverio Castellanos de Cambio Radical, Jair Díaz del partido Verde y poner a Sergio Matamoros del Alianza Democrática Amplia.
2) A los que salieron de la sombra de Villamizar no les alcanzó
Dentro de los rivales de Villamizar para lograr la Gobernación se encontraban dos candidatos que hacían parte de su estructura. Por un lado, el exalcalde de Los Patios, Diego González, que quedó de segundo con 146 mil votos. Por el otro, el exdiputado verde Jhon Edisson Ortega, que sacó 31 mil votos.
González era la primera opción del grupo de Villamizar para ser gobernador de Norte de Santander. Fue elegido alcalde de Los Patios en 2015 con el apoyo de William y luego fue director del Instituto de Deportes del Departamento Norte de Santander (Indenorte) desde 2020 hasta el año pasado en la actual administración de Silvano Serrano (heredero de William)
Renunció a su cargo para no quedar inhabilitado pero, al final, el grupo de William no se unificó en torno a su nombre. González decidió seguir con su candidatura y su discurso de campaña fue derrotar la hegemonía de sus antiguos coequiperos. Pero en esa tarea estuvo prácticamente solo; el único congresista que lo apoyó fue el senador de En Marcha, Jairo Castellanos (pero sin el respaldo de los hermanos Cristo que lo llevaron al Congreso).
González logró ganarle a Villamizar solo en cuatro de los 40 municipios (Ocaña, Toledo, Tibú, Salazar y Los Patios, donde tiene su fortín político) con el apoyo de partidos de izquierda o afines al gobierno nacional (Independientes, Polo, Fuerza de la Paz, Colombia Humana y Verde).
Por otra parte Jhon Eddison Ortega venía de ser diputado tres veces seguidas de Norte de Santander por el partido Verde. Aunque tenía un nicho de votantes en su municipio, Pamplona, siempre contaba con el apoyo de Villamizar.
En esta ocasión decidió alejarse de la estructura de William y se acercó a la izquierda obteniendo el coaval de varios partidos del Pacto Histórico. Sin embargo, quedó de quinto con 31.049 votos. No alcanzó a sumar lo que los verdes y el Pacto Histórico sacaron en sus listas a la Cámara en 2022: 22 mil y 36 mil votos respectivamente.
3) El ramirismo languidece
Para Jorge Acevedo la tercera fue la vencida. Quedó segundo con 87.172 votos en 2015 por detrás del candidato de Ramiro Suárez, Cesar Rojas, y en 2019 volvió a repetir segundo lugar con 90.616 votos. La recordación que genera el hecho de que llevara nueve años en campaña, (sumando a que en 2014 y 2018 fue candidato a la Cámara y también se quemó), en medio de una baraja tan amplia de candidatos (14 en total), le funcionó para ser alcalde.
Su triunfo es la derrota de Ramiro Suárez, que con su candidato, Leonardo Jácome, quedó segundo con 87.445 votos. La diferencia fue tan corta que incluso están en proceso de reconteo de votos. Sin embargo, ese resultado también muestra que el ramirismo ha perdido su capacidad de endosar votos. Acevedo en esta ocasión mantuvo la misma votación de hace cuatro años (89.759 votos), cuando era el candidato de Suárez Corzo.
El ramirismo también quedó segundo en la Alcaldía de Cúcuta. En estas elecciones decidió respaldar a Leonardo Jácome. Hace cuatro años, el grupo de Suárez perdió por 20 mil votos y esta vez se quedó a las puertas de ganar por una diferencia de 2.314 votos.
De cualquier forma, Ramiro Suárez queda con influencia en el Concejo de Cúcuta en y la Asamblea.
Para este periodo, su estructura respaldó a dos candidatas al Concejo. Por un lado, quien fue la jefe de la oficina del Sisben durante la alcaldía de Cesar Rojas (en la que Ramiro gobernó desde la cárcel), Vanessa Arenas González. Con el aval de la Coalición La U, Justa Libres y Aico sacó 7.644 votos. Por otro lado, Nidia Gimena Camacho, avalada por el Partido Conservador, y quien hacía fórmula con Jácome sacó 5.269 votos.
En la Asamblea se mantiene pero disminuido. Hace cuatro años puso a Jose Luis Duarte con 23 mil votos y en estas elecciones su candidato fue Diego Acevedo, avalado por La U, sacó 16 mil votos, 7 mil votos menos que Duarte.
4) El fenómeno Jairo Yáñez no cuajó
El actual alcalde de Cúcuta no pudo consolidar su fuerza política, que pretendía heredarle al candidato verde Sergio Maldonado. Hace cuatro años Yañéz ganó con 110 mil votos y esta vez Maldonado quedó de sexto con 11.871 votos, obteniendo el diez por ciento de lo que logró su jefe político.
En 2019, Jairo Yáñez tuvo el apoyo de varios empresarios de la ciudad, como Jorge Maldonado, padre de Sergio Maldonado y el excandidato presidencial Rodolfo Hernández. Su triunfo fue doblemente significativo: por representar el voto de opinión y porque destronó a Ramiro Suárez, que gobernaba en la administración de ese entonces con Cesar Rojas como alcalde.
Yáñez intentó movilizar votos para favorecer a su exsecretario de Desarrollo a través de su administración. Y buscó personalmente a Rodolfo Hernández para que apoyara la candidatura de Maldonado, pero no lo logró. Encima Hernández fue a Cúcuta y desestimó la capacidad de Maldonado como candidato.
Su debacle golpeó también al concejal verde, Edward Varón, quien se eligió en 2019 como su coequipero. Aunque aumentó su votación (pasó de 1704 a 1981 votos el pasado domingo), no le alcanzó. Lo superaron Jair Díaz, candidato de William Villamizar y Victor Caicedo, un animalista independiente.
La credibilidad de su administración en estos cuatro años le cobró factura, pues según Cúcuta Metropolitana Cómo vamos Yáñez tiene una cifra de desfavorabilidad del 70 por ciento.
5) El uribismo aún no logra unidad en Norte de Santander
A pesar de que Norte de Santander es un departamento muy uribista, no logran consolidarse para ocupar los dos primeros cargos de la región.
Hace cuatro años Juan Carlos García-Herreros logró quedar segundo para ser gobernador de Norte de Santander con 157 mil votos. En esta ocasión, el Centro Democrático estuvo dividido internamente y la candidatura de Jorge Eduardo Mora colgaba de un hilo por decisiones del CNE.
Jorge Eduardo Mora, quien contaba con el aval de Salvación Nacional y el coaval del uribismo quedó tercero con 74.700 votos, después de tener varios problemas con su candidatura. El Consejo Nacional Electoral lo había revocado por ser hermano de Sergio Alberto Mora, director ejecutivo de la Rama Judicial en el departamento, pero faltando semanas para las elecciones una nueva decisión del CNE lo volvió a poner en la contienda.
Además, la candidatura de Mora no unificó las dos caras del Centro Democrático en Norte de Santander: la de los políticos de carrera y los uribistas pura sangre. El general retirado fue coavalado por decisión del expresidente Álvaro Uribe, interponiéndose a las pretensiones de una facción del partido liderada por el congresista Felipe Córzo y la exsenadora Milla Romero, quienes querían coavalar a William Villamizar.
En Cúcuta la división era igual, pues aunque el candidato era García-Herreros, un uribista purasangre, una parte del partido liderada por Milla Romero decidió apoyar a Jorge Acevedo.
Juan Carlos García-Herreros sacó 44 mil votos y al igual que Jorge Eduardo Mora quedó tercero.
En el Concejo de Cúcuta el uribismo logró mantener las mismas dos curules, Álvaro Raad y Carlos Dueñas, quienes llegaron en 2019 respaldados por el excongresista Juan Pablo Celis. Y en la Asamblea, a pesar de que la lista tambaleó por las renuncias de varios candidatos, el representante Felipe Corzo logró mantener a su diputado, Juan Diego Ordóñez, quien había llegado hace cuatro años para reemplazarlo.