Esta semana el alcalde de Cali, Alejandro Eder, despachó desde El Vaticano, donde participó en un encuentro de líderes con el papa Francisco. Es su tercer viaje internacional en menos de seis meses, en el marco de su estrategia para conseguir recursos y posicionar a Cali en el exterior.
Mientras tanto, en la capital del Valle hay quienes critican sus salidas constantes y las ponen a competir con problemas domésticos que aún están por resolver, como los huecos en las calles, los atracos callejeros y las recientes inundaciones.
Eder está dispuesto a asumir el riesgo político y a delegar lo que sea necesario para aprovechar el impulso diplomático de la COP16. Lo difícil será hacerlo sin perder el ritmo de una ciudad que le exige soluciones inmediatas.
Las millas de Eder: busca plata y fama para Cali
Entre los alcaldes de las principales ciudades, Eder es el que más ha viajado al extranjero. Federico Gutiérrez y Alejandro Char no han salido del país en ejercicio de sus funciones y Carlos F. Galán salió una sola vez. El alcalde caleño lo ha hecho en tres oportunidades desde que está en el cargo.
En noviembre, antes de posesionarse, tuvo reuniones en Londres, relacionadas con el Tren de Cercanías. En enero, viajó a Estados Unidos a reunirse con el Banco Interamericano de Desarrollo y con el entonces embajador Luis G. Murillo. En febrero estuvo en Corea y Singapur, la ciudad que Eder tiene como principal referente, y en abril también salió del país, pero bajo licencia. Esta vez, su destino fue El Vaticano para asistir al Encuentro Internacional del Sentido.
“Eso es lo que más sabe hacer y en lo que más tiene experticia. Tiene toda la lógica que haya arrancado buscando cooperación y recursos para la ciudad”, dijo Luciana Manfredi, profesora de la Universidad Icesi y experta en comunicación y mercadeo político. “Cali es una ciudad que se puede posicionar, tiene muchas ventajas y hay que dar un salto cualitativo”, agregó.
Gracias a esas gestiones, Eder obtuvo el mayor logro de su administración: la sede de la COP16, la conferencia mundial de Biodiversidad. Desde entonces y con la antorcha del evento, ha intensificado su agenda internacional.
De acuerdo con la Alcaldía, han tenido reuniones con 60 actores internacionales de 15 países y han participado en cinco eventos de alto nivel. El saldo económico a favor es de 1,5 millones de dólares en efectivo y en especie, la mitad de ellos para temas medioambientales.
El Distrito ha firmado convenios con Suiza y Alemania para mejorar la gestión de residuos y podría concretar otro con Francia en temas de género. Entidades como el BID y la ONU también se han vinculado con proyectos específicos.
“Estamos en el primer paso para llegar a resultados concretos. Tenemos que hacer el trabajo para que la gente entienda que el fin último es el bienestar de los caleños”, dijo Lina Ramírez, directora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Alcaldía. “Si posicionamos a Cali a nivel internacional, el mundo va a querer venir a visitar e invertir. Eso trae beneficios directos para la ciudadanía”, continuó.
Cali ahora cuenta con cinco enlaces que se encargan de cada región del mundo y otro más para temas multilaterales. Adicionalmente, todas las dependencias tienen a una persona que lidera y coordina asuntos internacionales.
Las conexiones internacionales de Eder comienzan a aterrizar en grandes proyectos. El Changi Group de Singapur y el Korean Airport, de Corea, manifestaron interés por operar el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón. Además, el gobierno coreano evalúa poner la plata para los estudios de prefactibilidad de las dos fases siguientes del Tren de Cercanías.
El pasaporte del alcalde
El perfil internacional del alcalde comienza por su familia. Los Eder son migrantes que llegaron a Cali desde Letonia y su familia materna vive en Estados Unidos. De hecho, Eder nació en Washington.
“Ha crecido en un entorno internacional, su familia tiene relación con dos países, por eso tiene todo un background”, le dijo a La Silla uno de sus asesores, quien pidió la reserva de su nombre por no ser vocero. “Por su formación en relaciones internacionales y su experiencia tiene una afinidad por esos temas”.
Eder estudió Relaciones Internacionales y Filosofía en Hamilton College y tiene un máster en esa misma área en la Universidad de Columbia, ambas en Nueva York.
Como director de la Agencia para la Reincorporación, durante los gobiernos de Uribe y Santos, priorizó la búsqueda de cooperación internacional para los programas de excombatientes. En 2014 ya había conocido al papa Francisco cuando llevó a un desmovilizado y a una víctima del conflicto a saludarlo en un gesto simbólico de reconciliación.
Una vez de regreso a la capital del Valle, dirigió la Fundación para el Desarrollo Integral del Valle del Cauca, que después convirtió en Propacífico. Allí realizó eventos internacionales y estuvo en Singapur en 2018. Desde entonces ha mostrado un interés particular por esa ciudad.
Ahora, como alcalde, la internacionalización es una de las diez premisas de su Plan de Desarrollo, que bautizó como “Cali Capital Pacífica”. Plantea convertir a la ciudad en “referente de planificación estratégica y desarrollo sostenible”, así como un destino valorado por su riqueza natural y cultural.
“Hemos podido celebrar varios eventos deportivos en los últimos años, pero internacionalmente es más fuerte la imagen que tenemos como ciudad violenta”, dijo Juan Pablo Vanegas, director de la Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura en Cali. “La expectativa es que el alcalde logre leer las capacidades que tiene la ciudad y explotarlas a futuro, sobre todo en lo deportivo, ambiental y cultural”.
El riesgo de un jet lag político
Las nueve fuentes consultadas para escribir esta nota coinciden en que mejorar la imagen de Cali y conseguir más recursos en el exterior es un esfuerzo necesario. Sin embargo, algunos critican la frecuencia de sus viajes.
“Los primeros cinco meses es cuando se sientan las bases de legitimidad con la ciudadanía”, dijo la concejal Ana Erazo, del Pacto Histórico. “Es importante posicionar la ciudad y recoger recursos, pero su gabinete no ha generado confianza en la ciudadanía y por eso se le critica a la hora de irse”.
“Yo confío que lo hace para conseguir recursos y traer inversión, pero la gente está preocupada porque se ha ido muchas veces de la ciudad”, dijo el concejal Roberto Ortiz, rival de Eder en las elecciones del año pasado. “La gente ve que hay problemas de inseguridad, ve las calles destrozadas y que no hay empleabilidad, por eso dice: alcalde, quédese solucionando los problemas”, continuó.
Y es que ese rasgo cosmopolita de Eder ha sido su punto débil en sus campañas. Sus contrarios han criticado que la mayor parte de su carrera la hizo por fuera de Cali.
Con sus viajes, esas críticas se reeditan e incluso se han extendido hacia su gabinete, conformado principalmente por personas recién llegadas y con poco reconocimiento local. Cuestionamientos que ya se están reflejando en las encuestas, que muestran un fin prematuro de su luna de miel con la opinión pública.
A eso se suma que Cali es una ciudad particularmente movida, por lo que hay una presión constante por respuestas del alcalde.
Esta semana, durante su ausencia, se inundó el norte de la ciudad, un sicario mató a una persona dentro de un hospital y se discutió el futuro del Plan de Desarrollo en el Concejo. Por eso, contradictores como el exalcalde Jorge Iván Ospina y el abogado Abelardo de la Espriella le tiraron pullas.
“Hay que leer la opinión pública para saber cuando viajar y cuando no. Con la crisis que hubo por las lluvias en el norte y nororiente, tal vez no era tan pertinente que aceptara una invitación esta semana”, dijo el profesor Juan Camilo Vanegas. “Hay que saber comunicar los logros de los viajes, sino el ciudadano no entiende y cree que se viaja por viajar”, agregó.
Cuando Eder se va, quien queda al frente es el secretario de gobierno, Andrés Stapper, uno de sus hombres de confianza. La última vez que asumió el encargo causó polémica por firmar un contrato a dedo y sin oferentes locales. Sin embargo, al interior de la Alcaldía reconocen su liderazgo.
“Él está pendiente de lo más grueso y de lo más sencillo. Esta semana hubo emergencia por lluvias y la ciudad no se paralizó. Se instaló el PMU y funcionó como un reloj sin necesidad de que estuviera el alcalde”, dijo el asesor del despacho que pidió reserva.
A pesar de las críticas, Eder no tiene planeado perder ningún vuelo. “Esto es parte de nuestra estrategia internacional, cambiar la cara de Cali en el mundo”, dijo el alcalde desde Roma y anunció que la Fundación Scholas, de El Vaticano, vendrá a Cali a dar capacitaciones a niños en medio ambiente, convivencia y resolución de conflictos.
El alcalde regresó a Cali este viernes. Los caleños están ansiosos de saber qué resultados trajo de su viaje y qué soluciones tiene para los problemas de esta semana.