El ascenso de Francia Márquez a la Vicepresidencia empezó en el Cauca, donde se consolidó como una líder ambiental y afro. Ahora en el segundo cargo de elección popular más importante de Colombia no ha podido afianzar su poder en su departamento desde Bogotá.
Su influencia a nivel nacional sigue conservando las bases simbólicas que la llevaron al poder, como la lucha de las mujeres, y las negritudes, pero políticamente se ha estancado a nivel departamental en su tierra natal, que confió en su proyecto político y del petrismo con 515.074 votos en las elecciones presidenciales.
Aunque su movimiento —ahora partido político— Soy Porque Somos apoyó al actual gobernador caucano en las elecciones del año pasado, burocráticamente la vicepresidenta no se consolida en la administración. Con pocos logros y gestiones, en medio de esfuerzos, Márquez no tiene gran peso y juega a contrarreloj para cumplir lo que prometió en campaña.
El costo de apoyar un candidato ajeno al Pacto
El Pacto Histórico contó con candidato propio a la Gobernación de Cauca en las elecciones regionales del año pasado, pero Soy Porque Somos apoyó a Octavio Guzmán, ficha del exgobernador caucano Elías Larrahondo. Guzmán fue avalado por Colombia Renaciente, partido afro del corazón del Pacífico, e Independientes, del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero.
Con el guiño de Soy Porque Somos y el empujón de Larrahondo, Guzmán ganó la Gobernación con 176.025 votos y abrió camino para continuar con las bases de su antecesor, quien ha sido el primer y único gobernador afro que ha tenido el departamento.
Durante el anuncio de la adhesión, Octavio Guzmán y José Luis Rengifo, uno de los líderes de Soy Porque Somos, aseguraron que su unión obedeció a la coincidencia de varias líneas en el programa de su gobierno, como el tema de paz, la lucha afro y el empoderamiento de las mujeres. Algo que fue confirmado por Ariel Palacios, líder y vocero nacional de Soy Porque Somos.
Sin embargo, el apoyo político de la vicepresidenta a Guzmán y no a Juan Diego Castrillón, el entonces candidato del petrismo, hizo que parte del Pacto Histórico en Cauca mirara con recelo a la vicepresidenta. En su momento, Márquez fue abucheada en pleno evento público de Popayán por su apoyo a Guzmán.
Castrillón al final quedó de tercero. “Sin duda, el apoyo de la vicepresidenta le habría dado más poder al proceso del Pacto en Cauca. Pero no lo hizo”, le dijo a La Silla Gema López, exdiputada y exrepresentante liberal, ahora miembro del Comité político del Pacto en Cauca. Para López, el apoyo de la vicepresidenta a Guzmán debilitó el proceso gobiernista en Cauca y le quitó poder de decisión a Márquez en su departamento.
“Los deseos de ella son sacar su partido adelante y por eso tomó la decisión de apoyar un candidato diferente. No me atrevo a decir que fue un error o un acierto”, dijo Ana Elsa Rojas Rey, miembro de la dirección nacional de la Unión Patriótica y vocera del Partido en Cauca. “La derrota de nuestro candidato no fue por Francia. Hubo dificultades en nuestra campaña que debo reconocer”, aseguró.
Pero el costo también obedece a otros cuestionamientos alrededor de Guzmán, a quien no le ha ido muy bien en la gestión durante estos primeros cinco meses. Problemas como los repetitivos bloqueos en la vía Panamericana por parte de indígenas y campesinos exigiendo mejor calidad educativa y ruidos alrededor de manejo de la salud del departamento tras la renuncia del secretario Mario Campo tan solo cuatro meses de haber llegado al cargo, son apenas algunos de los líos que ha atravesado su administración.
“Aunque la vicepresidenta ha intentado hacer cosas por Cauca, el apoyo que le dio a Guzmán pesa, porque su gobernación ahora tiene problemas”, dijo Santiago Paz, vocero de la Colombia Humana en Cauca. Así, Márquez carga con el lastre de no solo haberle dado la espalda al petrismo, como muchos consideran, sino también de haber respaldado un personaje que no se ha destacado en su gestión.
La mujer solitaria en la gobernación del Cauca
Encima de todo, Guzmán le ha dado poco juego al movimiento de Márquez. A pesar del apoyo, la influencia de Soy porque Somos en la gobernación de Cauca es débil. La administración está capturada, en su mayoría, por el exgobernador Larrahondo, quien le apunta al Senado en 2026, según le confirmaron varias fuentes a La Silla.
Larrahondo tiene cinco de las nueve secretarías: En Educación, está su hermana Sor Inés Larrahondo; en Hacienda, Neyla Yadira Amú, sucesora de su hermana Laura Olinda Amú; en Agricultura, está el exalcalde de Bolívar, Jorge Macías, cercano políticamente a Larrahondo y que incluso hizo política a favor de Guzmán mientras fue alcalde; en Gobierno, está como secretario de Gobierno Miller Hurtado, exalcalde de La Sierra y cercano político de Larrahondo, y Edwin Lasso, secretario de Infraestructura, quien viene de ser jefe de Planeación de la Gobernación de Larrahondo.
Por su parte, Márquez apenas logró tener una secretaría, la de la Mujer, que representa una de sus luchas principales, pero tiene poco poder político y presupuestal. Ahí está Nasly Lucumí, una abogada de las entrañas de la vicepresidenta. La acompaña en sus procesos desde su liderazgo social en Suárez y es una de las pocas personas que la vicepresidenta escucha.
Su historia política refleja otra frustración política de Márquez. Lucumí viene de ser procuradora provincial de Santander de Quilichao, personera de Suárez y acompañó a Márquez en su ceremonia simbólica de posesión como vicepresidenta. Aterrizó en el gobierno de Gustavo Petro como asesora del Dapre desde septiembre de 2022 hasta julio del año pasado. Luego se lanzó a la Alcaldía de Suárez, el pueblo natal de ambas, por pedido de Márquez. Sin embargo, se quemó con un poco más de 3 mil votos.
Detrás del débil peso burocrático de la vicepresidenta, además de las aspiraciones de Larrahondo, existen dos versiones contradictorias sobre la relación entre Márquez y el exgobernador caucano. Ambas hacen carrera en el departamento, según la región.
Al centro y al sur, el mundo político del Cauca percibe, según cinco fuentes consultadas, a dos potenciales aliados que a futuro podrían impulsar sus políticas. Pero en el norte, de donde es Márquez, ven a dos rivales peleando por los mismos votos. “Elías es receloso de los movimientos que hace Francia porque siente que le quita espacios y eso no le conviene”, le dijo a La Silla Edgar Papamija, exmiembro de la campaña política de Petro en 2018 y excolumnista caucano que conoce procesos políticos en el departamento.
Los dos caminos opuestos han sido alimentados por hechos concretos. En marzo de 2023, la Gobernación de Larrahondo condecoró a Márquez en un acto de reconocimiento y solidaridad por el racismo que ha sufrido como mujer afro: “Francia Márquez no está sola”, dijo Larrahondo en el evento. “Apoyemos a Francia como vicepresidenta, como mujer y como negra”, continuó.
Pero, además de la burocracia en la gobernación, la vicepresidenta perdió otra batalla con Larrahondo: la dirección de la Corporación Autónoma Regional de Cauca (CRC), la autoridad ambiental departamental que maneja más 7 mil millones de pesos anuales. Como contó La Silla, Márquez enfrentó a su candidato, Eduard Mina, con el de Larrahondo, Amarildo Correa, quien resultó victorioso.
Por su parte, Ariel Palacios, líder y vocero nacional de Soy Porque Somos, aseguró que la vicepresidenta y Soy Porque Somos mantiene una buena relación con Guzmán para lograr varias de sus metas con el departamento. Entre ellas enumera planear y construir la infraestructura de alcantarillado, llevar agua potable a los municipios históricamente olvidados del Cauca y seguir consolidando logros en materia de luchas ambientales y feministas.
Márquez logró un primer avance con el empujón de las políticas del gobierno nacional con su secretaria: la instalación de una mesa de alto nivel para prevenir la violencia a las mujeres en Cauca, que se hizo a finales de abril. Pero es uno de los pocos logros concretos que ha logrado llevar al departamento desde Bogotá.
“Como movimiento que apostó por este gobernador, seguimos desde el proceso comunitario apalancando para construir una vida con dignidad en Cauca”, le dijo Palacios a La Silla. Destacó “Jóvenes guardianes por la naturaleza”, una iniciativa de la vicepresidenta con su Ministerio de Igualdad con impulso de la Gobernación, que arrancó con las juventudes más vulnerables de 13 municipios del Cauca para que mejoren su futuro a través de empleo y educación en torno a la economía circular.
Por ahora, sus acercamientos más visibles como ministra de la Igualdad al gobernador han sido más protocolarios. Por ejemplo, en marzo se encontraron en la mesa de trabajo para impulsar el agua potable en Cauca, una de las metas que la vicepresidenta se dispuso a lograr a través de su Ministerio de Igualdad.
Las dificultades para cimentar un poder local desde el nacional
A pesar de una decisión de la Corte Constitucional que tumbó el Ministerio por falta de aval fiscal, una certificación que no entregó el Ministerio de Hacienda durante su creación, la Corte lo mantuvo hasta 2026. Con un presupuesto de $1.8 billones, es mucho lo que podría hacer, pero su ejecución ha sido mínima con solo el 0,54% total. Por eso, congresistas ya radicaron una moción de censura en su contra.
Dos años después de llegar al poder, aún es una novata en la administración pública y en la política, otro problema que señala Alejandro Alvarado, coordinador de la línea de Gobernabilidad y Democracia de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares). “Se ha dejado consumir un poco de la burocracia nacional y se ha olvidado de gobernar en territorios donde históricamente pudo consolidar un liderazgo”, le dijo a La Silla.
Y políticamente, el poder que la llevó a Bogotá también parece frágil. Para competir contra Petro en 2022, lo que la llevó a la vicepresidencia, Márquez fue avalada por el Polo Democrático dentro de la coalición del Pacto Histórico. Pero ella es la líder natural de Soy Porque Somos. Con su movimiento, forjó un apoyo de las negritudes del Pacífico, especialmente del Cauca y del Paro Cívico de Buenaventura en Valle del Cauca, que la acompañaron y votaron por el gobierno que ahora representa.
Tras medio año de haber hecho la petición, Soy Porque Somos por fin obtuvo su personería jurídica en diciembre del año pasado, que lo convirtió en partido político y le dio el poder de avalar candidatos a futuro. Sin embargo, desde hace un mes, una demanda que busca tumbar su personería jurídica reposa en el Consejo de Estado a espera de ser resuelta pronto y es muy posible que prospere. Si se le cae el partido, sería otra derrota para Márquez, quien enfrentaría a futuro un panorama similar al del año pasado, cuando no pudo avalar las pocas candidaturas que impulsó en el Pacífico en las regionales.
Desde el poder nacional, la vicepresidenta también ha jugado un papel mediador en el marco del conflicto armado que se ha recrudecido en Cauca. El pasado 20 de mayo, Márquez lideró un consejo de seguridad en Popayán ante los repetidos ataques del EMC junto a los ministros del Interior y Defensa, Juan Fernando Velasco e Iván Velásquez, respectivamente. El papel de Márquez en ese consejo fue coordinar y ser la voz del presidente Gustavo Petro.
En abril, Márquez también fue en representación de Petro junto al minDefensa a una reunión con altos mandos militares para definir la inversión social en su departamento. También participó en el cierre del segundo ciclo de diálogos con el ELN y el gobierno, en el que recibió un informe de crisis humanitaria de las comunidades afro del Pacífico. “La vicepresidenta está haciendo presencia en Cauca periódicamente acompañada de todo el estamento institucional presente en las discusiones de paz”, dijo Palacios de Soy Porque Somos.
Sin embargo, a pesar de su cara visible en el marco del conflicto y los pocos logros que ha consolidado, varios obstáculos se atraviesan para que ella y su partido se conviertan en un bastión a nivel departamental. “La vicepresidenta es ya una figura y por eso tiene poder. El reto ahora es darle fuerza a su partido. Normalmente, sacar un partido no es fácil y para ella, en sus condiciones de mujer negra de la región, mucho menos”, dijo Ana Elsa Rey, de la UP en Cauca.
Pero, para Ariel Palacios de Soy Porque Somos, el poder de la vicepresidenta persiste y se mantiene, en medio de una campaña de desprestigio que ha orquestado la oposición en su contra y de las trabas que ha tenido en el camino para ejercer su gobernanza. “El poder que representa Francia Márquez no es personal, es un poder colectivo. Francia es la representación política desde la alternancia y la periferia”, le dijo Palacios a La Silla. “Francia representa un poder popular que existe porque la gente existe. No existe porque haya maquinaria. Nosotros tenemos es una convicción de pueblo y sigue intacta”, aseguró.
Así, con poco más de dos años en el poder, y frente a la posibilidad de encontrarse nuevamente en la oposición después de 2026, Márquez aún no ha podido construir una base regional importante para encontrar refugio político en el territorio que simboliza su poder.