“No es normal que en estas cuatro obras llevan en adicionales casi 30 mil millones de pesos”, cuestionó el diputado Alfredo Varela en una sesión de la Asamblea. El rol de oposición en el Atlántico había estado ausente desde hace, al menos, ocho años. En la pasada gobernación de Eduardo Verano (2016-2019) y en la reciente de Elsa Noguera, los mandatarios gobernaron cómodos y sin control político.
El escenario hoy es otro. El diputado de la Alianza Verde y En Marcha, Alfredo Varela, y la diputada liberal Isabella Pulgar (hija del exsenador condenado por corrupción Eduardo Pulgar) le hacen una fuerte oposición al gobernador liberal y aliado de la casa Char, Eduardo Verano. Los diputados, cada uno por su lado, denuncian obras retrasadas, cuestionan adiciones presupuestales, reclaman inversiones en sectores claves, entre otras. Varios de sus cuestionamientos tocan la gestión de la charista Elsa Noguera, que terminó su mandato hace seis meses, y ponen en entredicho la narrativa de ejecutores eficientes de la casa Char.
Detrás de la veeduría de los diputados hay ambiciones políticas, algo usual en la arena democrática, pero hasta ahora ausente en el Atlántico por cuenta de la hegemonía de la casa Char, la estrecha relación de Verano con las casas políticas del departamento y un rol ausente de la izquierda.
La nueva oposición en el Atlántico
Elsa Noguera gobernó durante cuatro años sin oposición política. En el papel el único diputado de oposición fue Nicolás Petro, que en 2020 inauguró en el departamento la curul que otorga el estatuto de oposición a los segundos en contiendas electorales. Pero en la práctica, Petro hijo estuvo enfocado en la campaña presidencial de su padre, Gustavo Petro, y no hizo denuncias y cuestionamientos relevantes a Noguera.
De hecho, en una audiencia contra Nicolás Petro (por los dineros que recibió en la campaña presidencial) se conocieron chats y audios de una supuesta injerencia de él y su entonces pareja Day Vásquez para que la gobernación de Noguera le adjudicara dos contratos a una fundación amiga.
Los otros 13 diputados eran de gobierno, y el poder del partido de Noguera, Cambio Radical, dentro de la Asamblea fue tal que tuvo la presidencia tres de los cuatro años. Pero ahora el escenario es distinto. Si bien la oposición es minoritaria, las dos figuras que hacen oposición tienen un peso mayor en la agenda pública y sus denuncias han sido amplificadas.
Por un lado, está Alfredo Varela, que aceptó la curul de oposición tras perder con Verano, y es el principal crítico del gobernador. Varela se hizo conocido por ganar el reality de Caracol Televisión “El desafío” en 2006, inició en la política en Cambio Radical, el partido del charismo, pero se distanció de ellos, y ha aspirado dos veces sin éxito a la Gobernación del Atlántico.
Pese a su última derrota, Varela tiene un peso político importante porque sacó 337 mil votos. El diputado suele visitar obras atrasadas en los municipios, hacer videos y contar los detalles de los incumplimientos y adiciones de dinero. Sus denuncias han tenido eco en medios locales con alta audiencia como Emisora Atlántico y en medios nacionales como la W Radio.
“Lo que ha pasado en los últimos años en el Atlántico es que se presentan problemas y lo que hacen es tapar el problema, no solucionarlo. Lo que yo estoy haciendo es contar los problemas que está teniendo el departamento para ver si se les dan soluciones, no taparlos”, dice el diputado Varela.
A Varela ese rol le suma políticamente porque le da visibilidad y fortalece su imagen de cara a futuras aspiraciones electorales. El diputado ya ha mostrado fuerza para ser una carta que le puede competir a candidatos de la casa Char.
Por otro lado, está Isabella Pulgar, la segunda diputada más votada del Atlántico. Ella es abogada y heredera política de su padre, Eduardo Pulgar, que desde la prisión fortaleció su estructura y tiene su fortín en Soledad, el segundo municipio más importante del departamento. La diputada es activa en redes sociales y sus denuncias también son replicadas en medios. Pulgar fue especialmente crítica por la cesión de la tasa de seguridad de Verano a Álex Char porque implica que ese alcalde maneje recursos de seguridad para Soledad, donde la alcaldesa es de su grupo.
Los Pulgar son una casa política en ascenso, y en la puja por la Gobernación del Atlántico apoyaron a Varela. Verano ya estaba rodeado de clanes políticos poderosos, como los Char y los Torres, y Pulgar se inclinó por Varela porque en un eventual triunfo podría aspirar a una mayor participación burocrática y política.
Con la derrota de Varela, Pulgar se quedó sin gobernar aliado. Por eso, desde la Asamblea ha sido una de las voces críticas. Aunque en el papel Pulgar hace parte del partido de gobierno del gobernador, el Liberal, en la práctica es opositora.
Frente al rol de los diputados de oposición, Ángel Tuirán, doctor en Derecho Público y docente de la Universidad del Norte, señala que “cuando hay unanimidad es muy difícil que se den estos controles, es difícil que se le pueda hacer seguimiento a la gestión de los proyectos. Por eso, esas voces de oposición fortalecen la democracia”.
La Silla Vacía revisó los contratos de las obras que mencionan los diputados opositores. En efecto, al menos siete de las obras adjudicadas por la Gobernación, tienen retrasos y adiciones millonarias.
Las obras retrasadas de Elsa Noguera
El diputado Alfredo Varela anunció un debate de control político por cuatro obras que dejó pendiente la administración de Elsa Noguera y que tienen millonarias adiciones. Varios de esos retrasos ya habían sido contados por medios locales como 30 Días y La Contratopedia, y han tomado mayor dimensión con los cuestionamientos de los diputados Varela y Pulgar.
Las cuatro obras cuestionadas son emblemáticas de la gobernación de Noguera, que le apostó a hacer del Atlántico un departamento más turístico. Se trata del Centro Gastronómico Internacional, el Centro de La Sazón y de Artesanías, ambos ubicados en Puerto Colombia, el Centro de Deportes Náutico en Juan de Acosta y la ampliación de la Gran Vía, que conecta a Barranquilla y Puerto Colombia.
Las cuatro obras tenían proyectado entregarse antes de que termine el 2023, pero por suspensiones y prórrogas han tenido que extenderse los plazos. Las obras tenían un valor inicial de 127 mil millones, pero ya se han hecho adiciones por 31 mil millones. Es decir, casi un cuarto más de lo presupuestado inicialmente.
La obra más atrasada es la del Centro de Deportes Náutico en Juan de Acosta, que tenía prevista entregarse en febrero de 2023, pero que estuvo suspendida durante siete meses. Según los documentos públicos del contrato, entre los motivos de las suspensiones están las lluvias que afectan las vías de acceso de las obras y el incremento de turistas en las zonas. La nueva fecha de entrega está prevista para agosto de este año, una meta difícil por los avances que se ven en imágenes recientes de la obra.
Además de las prórrogas, los ajustes en diseños de proyectos también le han costado dinero a la Gobernación. En el caso del corredor vial entre Barranquilla y Puerto Colombia se hicieron dos adiciones que suman 14 mil millones de pesos.
“Al revisar este diseño, se observa que, debido a las limitaciones en la zona de espacio público, causadas por las canalizaciones de redes secas existentes y proyectadas, no quedaría sección transversal para la ejecución de este tipo de canales (…) Esto conllevó la inclusión de ítems no previstos, como cajas hidráulicas de diferentes diámetros de tuberías, registros de inspección, filtros, canales de desagüe”, dice una parte de la justificación de la primera adición.
Además de esas cuatro obras emblemáticas de Noguera, Varela también cuestionó el contrato de 28 mil millones de pesos para la construcción y dotación de centros de vida del adulto mayor en siete municipios. Ese contrato estuvo suspendido cuatro meses, ya tiene prórrogas por 11 meses y una adición de 1.508 millones de pesos. Aunque estaba previsto que se entregara en agosto del año pasado, la fecha estimada actualmente es diciembre de 2024. Actualmente están en un 65,9 por ciento de avance, según la Gobernación.
El alcantarillado eterno de Palmar de Varela
En su último video de denuncia, al diputado Varela se lo ve recorriendo una calle de Palmar de Varela, un municipio de 35 mil habitantes ubicado al margen del río Magdalena. Las calles están destapadas, llenas de barro y de agua y con maquinaria paralizada.
En el video, el diputado señala el retraso de la obra adjudicada en 2019, en la segunda gobernación de Eduardo Verano, y remata diciendo: “No puede haber Atlántico para el mundo (nombre del Plan de Desarrollo) si se sigue cuidando de los intereses de los contratistas y no los intereses de las familias del departamento”.
La Silla revisó el contrato que se adjudicó las últimas semanas de la administración de ese periodo de Verano. Es una obra que pretende llevarle el alcantarillado al 44 por ciento de los habitantes de Palmar. Inició costando 16 mil millones de pesos, pero se le hizo una adición por 8 mil millones. El alcantarillado debió ser entregado en diciembre de 2020, pero no se ha terminado y actualmente sigue suspendido.
El primer traspié importante se presentó el 15 de marzo de 2021, fecha en la que se suspendió el contrato. La razón fue que, tras una revisión de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, se reformuló el proyecto. En la reformulación el proyecto necesitaba adiciones por 8 mil millones de pesos, pero como la Gobernación no tenía la plata se suspendió el contrato. Estuvo parado ocho meses, y solo se reactivó a finales de diciembre de 2021.
A la fecha, el contrato ha tenido siete prórrogas y seis suspensiones. La última suspensión se presentó el 10 de mayo de este año porque el contratista no tiene disponibles las bombas de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales y su proveedor solo se las enviaría el 11 de septiembre de este año. Sin ese elemento, la obra se paralizó y el contrato está suspendido.
Ese no es el único alcantarillado retrasado en Palmar de Varela. En junio del año pasado, la administración de Elsa Noguera adjudicó otro contrato de alcantarillado en el municipio, en otra zona, llamada “Cuenca 3”. Inicialmente, tuvo un costo de 8 mil millones de pesos y debió entregarse en diciembre de 2023, pero ya tuvo adiciones por 1.750 millones y la fecha de entrega se aplazó a agosto de este año. Así que los habitantes de Palmar aún están a la espera.
Las denuncias han puesto a dar explicaciones a la administración Verano. La secretaria de Agua Potable, Lady Ospina, dijo en Emisora Atlántico que la obra que se adjudicó en 2019 está en un 90 por ciento de ejecución y que los retrasos se deben a que “encontraron unas corrientes de agua” y que “en el departamento no ha habido un alcantarillado que requiera estudios especializados como lo ha requerido Palmar y tal vez ni en el país. En Palmar tuvimos que hacer estudios geotécnicos, que se hacen inclusive para industria petrolera, porque no encontrábamos las razones del comportamiento del suelo”. Y la obra que se adjudicó el año pasado está en 78% de ejecución, según información de la Gobernación.
Con una oposición activa, los defectos y retrasos de las obras tendrán la lupa encima.