El Ministerio de la Igualdad está naufragando antes de ver la luz y ni el gobierno ni Francia Márquez le han metido la fuerza para volverlo una realidad.
Por qué es clave: El Ministerio de la Igualdad fue la promesa de Gustavo Petro para las mujeres durante la campaña. Pero también el proyecto con el que este gobierno quiere atender a poblaciones históricamente discriminadas como los afro, los indígenas y los pobres, que suman más de la mitad de la población.
También, ese ministerio es el espacio que le prometió Petro a Francia Márquez para que liderara las agendas con las que hizo campaña y que son su lucha de años.
Ambas cosas las ha incumplido parcialmente. A Márquez no le dio la dirección del Departamento de Prosperidad Social (DPS), que se pensaba que iba a ser absorbido por el nuevo ministerio. Y a las feministas —que han criticado la cercanía del presidente con personas cuestionadas por violencia de género (como en este, este y este caso)— no les ha respondido la petición de que el MinIgualdad tenga por lo menos un viceministerio de las mujeres.
Los problemas que enfrenta:
-La Corte Constitucional podría tumbarlo en pocos meses: la demanda contra el Ministerio de la Igualdad la pusieron varios congresistas del Centro Democrático liderados por la senadora Paloma Valencia dos semanas después de que el Congreso aprobara su creación en enero. Según el documento, el MinIgualdad sería inconstitucional porque el proyecto de ley que presentó el gobierno no tenía viabilidad fiscal como lo exige la ley de transparencia fiscal de 2003; tuvo vicios en la votación; y “le otorgaba facultades extraordinarias al Presidente que no son claras ni precisas”, según dice la demanda.
La Corte ya aceptó la demanda por los dos primeros cargos, lo que significa que la suerte del ministerio ahora está en sus manos.
Durante el debate, el ponente Alexander López dijo que el proyecto del Gobierno no tenía estimaciones de cuánto valdría porque primero el presidente debía reglamentar desde cuáles serían sus viceministerios hasta las funciones particulares de cada uno. El MinHacienda, luego de que el gobierno le pidiera su concepto en medio de los debates, sostuvo ese argumento porque no tenía cómo estimar gastos sin conocer la estructura final del ministerio.
Lo que el Congreso aprobó fue darle facultades extraordinarias al presidente Petro para que definiera absolutamente todo lo relacionado con el MinIgualdad, salvo una estructura básica que incluye tres viceministerios y las poblaciones a las que va a atender, que son nueve.
El otro argumento que la Corte aceptó estudiar es que la votación de la ponencia en la Comisión Primera del Senado se hizo sin la mayoría necesaria. En este caso, según la oposición y basada en la Constitución y el reglamento del Congreso, la aprobación de la ponencia debió darse con una mayoría absoluta (de la mitad más uno) porque se trataba de un proyecto que le daba facultades extraordinarias a Petro. Pero cuando se votó, solo había nueve de los 21 senadores de la comisión presentes.
Contexto
-Carece de un presupuesto definido: cuando el Gobierno presentó el proyecto de ley al Congreso no tenía siquiera un estimado de cuánta plata podía costar. Luego dijo que la plata saldría de la Reforma Tributaria, y se reflejaría en la adición al Presupuesto General de la Nación.
Finalmente, esa adición incluyó la plata pero dentro de un saco global de 1,78 billones de pesos, que según el documento debe cubrir “programas sociales incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo; apoyar la operación de los SITM; fortalecimiento patrimonial de empresas del orden nacional que así lo requieran para la continuidad y desarrollo operativo de su negocio; apalancar la colocación de créditos de la economía popular; y entrada en funcionamiento del nuevo Ministerio de Igualdad y Equidad”.
Aunque el ministerio de Hacienda aún no ha definido cuánto de esos 2 billones le tocarán al ministerio de Francia, el presupuesto destinado a los ministerios de Vivienda (4 billones) y Minas y Energía (5,3 billones) lo doblan. El presupuesto inicial del ministerio del Deporte creado durante el gobierno Duque en 2019 fue de 676 mil millones de pesos. Y en el Plan de Desarrollo todo lo referente al MinIgualdad quedó “sujeto a disponibilidad presupuestal”.
Lo que estimó el MinHacienda (en total para los cinco programas) no es siquiera una tercera parte del DPS, la entidad que Francia pidió que absorbiera su ministerio porque se encarga de darles los subsidios a buena parte de la población que priorizó el MinIgualdad.
-No ha logrado la legitimidad en sus poblaciones objetivo: La falta de claridad del Ministerio de la Igualdad la han sentido las mujeres y la población LGTBI, quienes creen que esa cartera no logrará subsanar la deuda que el Estado tiene con esa población.
“No he visto el primer interés de nominar lo lgbt en el ministerio nuevo. Nos invitaron a su lanzamiento faltando unas horas y ni nos han consultado, ni se ven hablando de nuestras agendas”, dice Wilson Castañeda, director de Caribe Informativo, una de las organizaciones LGTBI más visibles en Colombia.
“No hemos tenido ninguna interlocución con el Gobierno. Ni una conversación, ni una llamada para hablar de qué hacer con este ministerio, nada”, dijo por su parte Beatriz Quintero, directora de la Red Nacional de Mujeres. “Siempre habíamos dicho que queríamos un Ministerio de las Mujeres. Luego aparece la idea del MinIgualdad y no es que no estemos de acuerdo, pero tenemos dudas. Ahí pensamos que al menos tuviera el viceministerio”, dice Quintero.
Desde enero, cuando el gobierno presentó el proyecto de ley, varios grupos feministas empezaron a recoger firmas para pedirle a Petro que incluyera un viceministerio de las mujeres dentro de la estructura de la entidad. Esta semana reforzaron esa petición con una carta de las mujeres de la coalición de gobierno en la que le piden a Petro y Márquez crear ese viceministerio.
“La firmamos 17 mujeres liberales, conservadoras, verdes y del Pacto histórico. Queremos ayudar a que ellos tengan en cuenta a las que somos más de la mitad de la población”, dice Jahel Quiroga, senadora del Pacto Histórico que ayudó a mover la idea de redactar ese documento. Los llamados, hasta ahora, no han tenido respuesta.
A pesar de esa sensación desde afuera, según la oficina de prensa de la vicepresidenta, ella y su equipo “se encuentran en la revisión del diagnóstico de factores internos y externos y la proyección de conformación del sector de Igualdad y Equidad y su respectiva estructura”. Por eso el Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre) creó en enero nuevas gerencias entre las que están la de discapacidad, cuidado, diversidad sexual y justicia étnica, que luego podrían ser absorbidas por el MinIgualdad porque incluye a las poblaciones de las que se va a ocupar.
Sin embargo la misma vicepresidenta Márquez, quien tiene el apoyo de las feministas, ni siquiera está segura de su papel en el ministerio.
Cuando La Silla le preguntó a Márquez sobre la implementación del Ministerio, la vicepresidente contestó que no podía hablar al respeto porque no era ministra. “Yo aún no soy ministra, aunque estoy apoyando la creación del ministerio”, dijo. “Si el ministerio sale como lo esperado, usted sería la ministra”, agregó La Silla, “No sé”, fue su respuesta. Y agregó que “estamos trabajando en articulación con Presidencia”.