“Voy a hacer algo que nunca en la vida he hecho”, dijo Sergio Fajardo al tomar el micrófono en la tarima del Teatro Astor Plaza el pasado 30 de marzo. Acto seguido gritó, cual animador: “¡Buenas noches, Bogotá!”.
Fue en el evento inaugural de la nueva etapa de su campaña, que ha bautizado como “la remontada”, en la que Fajardo ha empezado a hacer varias cosas que no había hecho nunca en sus 22 años de carrera política.
Todas sus campañas habían sido en la calle con volanteo, nunca montado en una tarima. Aparte de esto, ha cambiado los colores de la campaña para representar la inclusión de otros sectores políticos del centro e incluso personas del Partido Liberal (esta última, una alianza que hace cuatro años se negó a hacer), y armó equipos más grandes en regiones, articulándose con las bases de esos otros movimientos y partidos.
El cambio le apunta a intentar cerrar la brecha entre él y el candidato de la derecha, Federico Gutiérrez, para tener un chance de pasar a segunda vuelta; un escenario que, según los resultados del 13 de marzo y las encuestas que han salido desde entonces, parece bastante improbable.
Contexto
La campaña de Fajardo se mueve a paso lento
Octubre 21, 2021
Un Fajardo multicolor
El mismo día del evento en el Astor Plaza, temprano en la mañana del miércoles, Fajardo hizo otra cosa nueva: cambió su imagen de perfil en Twitter, que estaba teñida de verde, a una teñida de rojo. Y la acompañó con el slogan: “Este es el momento”.
Este es el momento #NuevaFotoDePerfil pic.twitter.com/N606XkOJCu— Sergio Fajardo (@sergio_fajardo) March 30, 2022
Causó sorpresa en las redes. Fajardo siempre se ha identificado con el color verde; ese fue el color de su campaña en 2010, cuando fue fórmula vicepresidencial de Antanas Mockus, y también en 2018.
También llovieron críticas y burlas de usuarios que comentaban que parecía más una señal de alerta o peligro, o que era color de quemado. A los pocos días, volvió al verde de costumbre.
“Generó impacto, y eso queríamos. Pero también refleja la gran diversidad del centro que queremos mostrar en esta campaña”, explica Juan Pablo Rocha, que ha trabajado como asesor de campañas de Germán Vargas, Juan Manuel Santos y Carlos Fernando Galán, y que luego de las consultas llegó a la de Fajardo para asesorar la remontada.
Ahora la campaña no es solo verde, sino también roja y morada; este cambio fue la primera decisión que se tomó luego de la consulta. Y ese miércoles, la cara de Fajardo pintada en rojo pretendía mostrar que la campaña que viene intenta ser completamente diferente a la anterior. Que ahora sí arranca la remontada.
Los nuevos colores los van a usar en toda la línea gráfica y publicitaria de la campaña, no solo en redes sociales. Con ello buscan representar la convergencia de los sectores de centro que estaban en la coalición y ahora llegan a hacer parte de la campaña de Fajardo. Y son también una forma de hacerle un guiño a otros líderes con ideología de centro que no han estado tradicionalmente asociados con el candidato, como aquellos del Partido Liberal, de donde ya le han empezado a llegar apoyos.
“Lo que significa es una diversidad de fuerzas que está con Fajardo. El color tiene su psicología, tiene su identidad y su razón de ser tradicional en política. El azul, el rojo, son colores que envían mensajes claramente definidos”, le dijo a La Silla Juan Manuel Galán, director nacional del Nuevo Liberalismo, que está en la coalición.
El rojo con el que Fajardo marcó el inicio de su remontada quiso enviar un mensaje a los liberales de que ellos también pueden identificarse con su campaña, en tanto que el partido no ha tomado la decisión de apoyar a un solo candidato y hay varios liberales tanto con Gustavo Petro como con Federico Gutiérrez.
Estos puentes con distintos sectores de la política son otra novedad de esta parte de la campaña, que quedó evidenciada en el Astor Plaza cuando a la tarima subió Horacio José Serpa, senador del Partido Liberal.
Y también cuando Catalina Ortiz y Alejandro Gaviria, ambos cabezas dentro del equipo de campaña, se reunieron con representantes y excandidatos a la Cámara, incluyendo algunos de partidos no afines a Fajardo, como José Daniel López, de Cambio Radical, y Gabriel Santos, del Centro Democrático. Aunque ellos aún no han oficializado su respaldo a Fajardo, Ortiz compartió la foto con el hashtag #ArrancamosLaRemontada.
Fajardo a la tarima
“Por más que cualquier candidato haga tarimas y grandes concentraciones, a Fajardo nunca lo verás en esos escenarios”, le dijo a La Silla en octubre de 2021 Juan Abel Gutiérrez, quien trabajaba en la campaña de Fajardo como asesor. “Nunca ha sido un candidato de hacer eventos en tarimas con multitudes, ese no es el estilo de Sergio Fajardo”, nos dijo también en octubre Valentina Tunjo, de Compromiso Ciudadano, quien coordinaba jóvenes y voluntarios para la campaña en el Valle del Cauca.
Pero hace ocho días no solo estaba montado en una tarima frente a cientos de personas en el Astor Plaza, sino que además estaba gritando “¡Buenas noches, Bogotá!” y “¡Gracias, Bogotá!” en medio de la explosión de un cañón de confetti.
El evento llenó casi todo el Astor Plaza, y en el público hubo representación de las bases de cada uno de los movimientos que conforman la coalición.
En la tarima había 15 sillas donde se ubicaron las caras más representativas de los sectores que ahora apoyan la campaña, y quienes ahora ocupan distintos roles dentro de ella. Y cada uno de ellos se paró a dar un discurso, que siempre terminaba en medio de un aplauso estruendoso.
Pero ninguno se comparó a la bulla que recibió a Fajardo cuando este tomó el micrófono, en medio de la lluvia de confetti.
Es un marcado contraste con lo que habían sido hasta ahora todas sus campañas: puro volanteo y recorridos en las calles, y alguna que otra reunión con pequeños grupos de personas. Sin embargo, según tres personas de su equipo, Fajardo estuvo dispuesto. Incluso lo disfrutó.
“Mantenemos la esencia de lo que nosotros somos, pero también incorporamos el modus operandi y la personalidad de las personas que se suman a la campaña”, dice Catalina Ortiz, representante verde del Valle que fue jefe de debate de Fajardo y ahora es la directora nacional de mujeres. “Entonces hacemos eventos más concurridos, que no es lo que siempre hemos hecho, pero sí es como otros han hecho las cosas”.
Eventos como este son el sello de esa apertura de la campaña a otros sectores del centro. Ahora la campaña la dirige Juan Fernando Cristo, exministro del Interior de Santos y un político tradicional curtido. Y en el cargo de director político está Guillermo Rivera, que reemplazó a Cristo en el MinInterior al final del gobierno Santos y es de su grupo político.
“No solamente en esta ocasión vamos a volantear, vamos a hacer también reuniones masivas, lo que hicimos en el Astor Plaza es una muestra de ello. Eso modifica en gran medida el estilo que traía la campaña. No significa renunciar al volanteo, significa agregarle otro tipo de actividades”, le dijo Rivera a La Silla.
Ya tienen planeadas otras dos grandes convocatorias para el 20 y 21 de abril, ambas en Bogotá, una a los militantes del Partido Verde y otra a los del Partido Liberal.
“Fajardo ha entendido que también hay otras maneras de interactuar con la gente, y creo que eso va a resultar muy exitoso porque va a sumar otros sectores, otras personas que no se habían identificado con Fajardo porque a lo mejor sentían que el hecho de ser un dirigente de un partido político les significaba un cierre de puertas”, añade Rivera.
Lo que está por definir
Aún hay más cambios por venir. Ayer llegó a la campaña el estratega digital gringo Teddy Goff —quien ha asesorado campañas de Barack Obama y Hillary Clinton— para refrescar la estrategia de comunicación y tratar de hacer calar dos mensajes clave: que el centro sí es una alternativa de cambio, y que los colombianos no tienen que votar el 29 de mayo como si ya estuvieran en una segunda vuelta de Petro vs. Gutiérrez. Que Fajardo aún tiene chance.
En cualquier caso, para subir la montaña empinada que tienen al frente aún les faltan detalles de cómo van a pedalear. Además de la estrategia digital y de comunicaciones pendiente por definir con los asesores gringos, la estrategia en las regiones apenas empieza a tomar forma.
Cuatro líderes de la campaña recalcaron que en la remontada es clave el fortalecimiento de la campaña en todas las regiones del país. En las últimas dos semanas se han dedicado a organizar nuevos equipos, articulándose con las bases de los otros movimientos de la coalición que en varios territorios tenían mayor presencia que Fajardo.
Le apuntan a hacer calar el mensaje de que el centro es una propuesta de cambio y representa una oposición al Gobierno Duque. Pero más allá de fortalecer su presencia en las regiones, en varios casos el cómo transmitir este mensaje y conseguir los votos no está claro todavía. Tampoco saben aún cómo se traducirá fuera de Bogotá la apuesta de eventos masivos.
En el Valle, donde Fajardo es fuerte, tienen definido que le apostarán a los indecisos que le temen a Petro. En el Caribe, donde tienen una enorme debilidad, buscarán a la base liberal con un discurso diferente: “Hay que saber llegar a la base liberal de la Costa Caribe con un discurso potente que yo siento que debe ser el de la descentralización”, le dijo a La Silla Juan Manuel Galán.
En todo caso, especialmente en las regiones, tienen mucho trabajo por delante. Y ya quedan poco menos de dos meses para saber si esta remontada, con una versión de Fajardo que poco se había visto antes, finalmente dará frutos.