El quinterismo perdió la batalla, pero no la guerra. Y aunque su derrota fue estruendosa en Medellín, las cartas que jugó el exalcalde Daniel Quintero fueron similares a las barajadas por Federico Gutiérrez, el indiscutible ganador en los comicios del domingo, en otras plazas de las elecciones regionales. Ambos políticos apostaron por tejer una telaraña de poder no solo en Antioquia, sino en las regiones más remotas de Colombia, con el propósito de allanar el terreno para las elecciones de 2026.
Estarán en juego las legislativas, pero también las presidenciales: el botín que desde hoy concentra los esfuerzos de Independientes y Creemos, los partidos recién reconocidos de Quintero y “Fico”. Tener un rostro capaz de relevar a Gustavo Petro en la Casa de Nariño. Ese es el propósito de ambas colectividades, que en su estreno como partidos avalaron en todo el país a casi 5.000 candidatos para cargos en organismos comunitarios, concejos, alcaldías, asambleas y gobernaciones.
Independientes se estrena en casa con una derrota apabullante
La derrota fue la telonera del estreno de Independientes como partido político en Medellín. El movimiento del exalcalde Quintero sorprendió en las regionales de 2019, derrotando al candidato del Centro Democrático y amasando una histórica victoria con 303.420 votos. Pero poco de eso sobrevivió en las regionales del domingo: Creemos, el partido de “Fico”, que también se estrenaba en la ciudad, barrió incluso en organismos comunales.
La derrota de Independientes fue tan apabullante que los 33.530 votos que logró su lista al Concejo fueron superados por la votación que obtuvo Creemos en la Junta Administradora Local de Belén, una de las comunas del suroccidente de Medellín. Allí el partido de “Fico” sacó 34.703 votos, 1.173 apoyos más que la lista de Independientes en el Concejo, donde solo lograron un escaño —sin contar la curul de oposición que aceptará Juan Carlos Upegui, la carta de Quintero en la elección—.
Los números son certeros: “Fico” ganó con 689.519 votos en Medellín. Y sus listas para Concejo, donde aseguró siete de 21 escaños, y ediles sumaron casi 450 mil votos. Independientes, sumando a Upegui y sus listas para Concejo y ediles, solo amasó 170.003 votos (15% de lo cultivado por Creemos).
“Mucha gente nos recomendó ir con una lista cerrada, pero nosotros dijimos que no: queríamos mostrar liderazgos sociales y empresariales; jóvenes y adultos; gente que había trabajado con ‘Fico’ y caras nuevas”, dice Manuel Villa, director nacional de Creemos, sobre la lista que barrió en el Concejo. Pero la apuesta no fue solo ganar en esta corporación sino hacer política a menor nivel. Y esa fue la estrategia que se escaló en todo el país.
“Nos dimos a la tarea de hacer política en las estructuras de menor escala. Tuvimos 21 listas para ediles en todas las comunas de Medellín, incluyendo corregimientos, y Creemos se convirtió en el partido más votado”, agrega Villa. Lo contrario ocurrió con Independientes, reconoce Eli Shnaider, su director nacional. “Aceptamos la derrota y ocuparemos con dignidad la curul de oposición. Pero hay que decir que las grandes estructuras volvieron al poder; justo esa estructuración es lo que le falta a la alternatividad”.
Pero Independientes y Creemos también se midieron en el Valle de Aburrá y en las regiones.
El partido de Quintero respaldó a 15 candidatos para alcaldías en Antioquia y consiguió una victoria en Carepa, en Urabá. Allí el candidato de Independientes se sobrepuso a la carta del exsenador liberal Julián Bedoya —cercano a Quintero—. Y el despliegue de listas a concejos tampoco fue menor: Independientes tuvo candidatos en 34 municipios, incluido Tarso, cuna del actual alcalde encargado de la ciudad, Óscar Hurtado. La apuesta en organismos comunales fue más moderada: solo presentaron listas en Bello y Turbo.
Creemos hizo lo propio. Avaló 24 candidatos puros a alcaldías y tres en coalición. Y tuvo listas a concejos en 68 municipios. Para ediles solo apostaron por una lista en Rionegro, casa del gobernador electo, Andrés Julián Rendón, quien también hizo parte de la cosecha de “Fico”: nada más en Medellín, el uribista se quedó con el 61% de los votos del exalcalde. La carta de Independientes en este frente, Esteban Restrepo, se ubicó quinto, por debajo del voto en blanco, pero mejoró las cuentas respecto a la capital: amasó 232.605 votos.
“Participamos en cinco de las 10 alcaldías del Valle de Aburrá. Y tuvimos una adhesión en Girardota. Ganamos en Copacabana y quedamos segundos en Caldas y Sabaneta. En La Estrella no nos fue bien. Hasta ahora, llevamos 55 concejales electos en Antioquia y 75 ediles”, dice Villa, de Creemos.
El mapa que se pintó luego de las regionales en Antioquia parece una reminiscencia de la segunda vuelta presidencial de 2022. Independientes cultivó bases en Urabá, Magdalena Medio y zonas mineras del Norte, Nordeste y Bajo Cauca, donde el electorado apostó por Petro. Creemos ganó en bastiones más conservadores, donde la hegemonía ha sido del Centro Democrático: Oriente, Suroeste y Occidente.
Eso sí, el pulso en Asamblea fue igual de desequilibrado: Independientes pelea actualmente una curul, confirma el cabeza de lista, Walter Salas: “Si Luis Pérez no acepta la silla de oposición, nosotros tendríamos ese puesto”. Creemos, en cambio, aseguró cinco de 26 escaños y será mayoría con el Centro Democrático.
Quintero y “Fico” apuestan por una telaraña de poder desde las regiones
Aunque la derrota de Independientes en Medellín y Antioquia no tuvo matices, Quintero y “Fico” apostaron por una arquitectura con cuidada filigrana para poner concejales en todo Colombia: hubo listas en el olvidado Sibundoy, en Putumayo, y hasta en pueblos de La Guajira y Guainía. La cosecha en alcaldías y gobernaciones fue más escasa, pero ese “no era el objetivo”, reconocen Villa y Shnaider, los líderes de los recién estrenados partidos.
Tras un día de su renuncia, a Quintero se le vio volanteando en Cartagena en favor de José Luis Osorio, su candidato para esa Alcaldía, y en Montería en favor de Gabriel Calle, el candidato del progresismo a la Gobernación de Córdoba. Independientes se convirtió también en un escampadero de muchas candidaturas que no encontraron espacio dentro de las listas del Pacto Histórico, incluyendo varias del movimiento de Francia Márquez, Soy porque Somos.
Pero las dos imágenes retratan parcialmente la estrategia política de Independientes y Creemos: virar del personalismo que revisten las figuras de Quintero y “Fico” a una estructura tradicional de partido, con bases en las regiones e incluso constitución de directorios.
Así lo precisa Villa, para quien las territoriales del domingo fueron el campo preciso para construir base política desde las regiones. “A mí me propusieron que primero abriéramos los directorios, pero eso se prestaba para que mucha gente llegara sin un liderazgo sólido. Hoy tenemos buenos resultados en Jales (Juntas Administradoras Locales), concejos y asambleas. Ese es el punto de arranque para lo que viene, porque un partido con solo alcaldes y gobernadores no es partido”.
Y es que la apuesta de Independientes y Creemos nació en el mismo laboratorio: el partido de Quintero avaló a 2.500 candidatos en todo el país, mientras que la colectividad de “Fico” respaldó 2.144 aspiraciones. Hoy, casi una semana después de la elección, los resultados parecen menores frente al número de candidatos, pero “llegamos a tener presencia en 28 de las 33 circunscripciones del país. Y estamos cerca de los 2 millones de votos: 700 mil en alcaldías, 800 mil en gobernaciones, 100.000 en asambleas y el resto en concejos, con plazas que aún siguen bajo escrutinio”, afirma Shnaider.
A las puertas de Independientes y Creemos tocaron casi 10.000 personas en búsqueda de avales, dicen sus directores. Pero la curaduría para respaldar candidatos, aunque compleja por la cantidad y la variedad de locaciones, depuró una lista de aspirantes propios que también se decantó con adhesiones posteriores. Creemos, por ejemplo, bajó a sus candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga y a la Gobernación de Santander para sumarse a los hoy electos Jaime Beltrán —el pastor Beltrán— y al general (r) Juvenal Díaz Mateus.
La oferta exacerbada y la escasez de rostros sólidos pasaron factura en las plazas más importantes. Quintero perdió en Medellín, Cartagena y Cali. “Aseguramos Neiva, que es una ciudad importante”, dice Shnaider. Y “Fico” amasó solo una Gobernación propia, la de Quindío. “Logramos victorias en siete gobernaciones: una propia, cuatro coavales y dos adhesiones. Rodrigo Lara —fórmula vicepresidencial de “Fico” en 2022— quedó segundo en Huila. Estamos llegando a 180 cargos en todo el país, entre ediles, concejales y diputados. Y sumamos 30 alcaldías, además de las 13 logradas en Antioquia”, detalla Villa.
Shnaider, quien reconoce más temprano la derrota en Medellín, también entrega su balance y dice estar “satisfecho” con los resultados en el país. “Participamos de los triunfos en las alcaldías de Silvia, Santander de Quilichao y La Vega, en Cauca; Barrancabermeja, en Santander; Santa Rosa de Cabal, en Risaralda; Campo Alegre, Palestina y Neiva, en Huila; Becerril, en Cesar; y tres en Cundinamarca, donde estamos peleando cuatro más. Estamos disputando alcaldías hasta por el 0,8% de los votos”.
Además del despliegue en cargos uninominales (Independientes avaló a más de 70 aspirantes a alcaldías en todo el país y Creemos hizo lo propio con más de 50), la apuesta gruesa estuvo en las listas a concejos. Independientes y Creemos hicieron carrera por fuera de Antioquia con listas en Bolívar, Córdoba, Boyacá, Santander, Caldas, Quindío, Risaralda, Cauca, Valle, Tolima, Meta y Vichada. Independientes apostó por un despliegue amplio en Norte de Santander y Cundinamarca, cunas de María Camila Villamizar y Karen Delgado —líder de la campaña en el centro del país—, dos mujeres claves en el quinterismo.
Quintero, libre. ¿Y “Fico”?: amarrado para el segundo round en 2026
Dos categorías se repiten en los análisis de Villa y Shnaider tras la elección del domingo: “un proyecto desde las regiones” y “2026”. Ese año habrá legislativas y presidenciales y justo para encarar ese pulso servirá la cosecha recogida en estas regionales que, según ambos directores, “dio para que el 10% de sus candidatos en el país llegaran al poder”. Villa es directo con su lectura: “Es que los 700 mil votos de “Fico” en Medellín no son de Creemos y ese es el trabajo que se nos viene para 2026”.
El exalcalde Quintero quiere ser el relevo de Petro en la Casa de Nariño y “Fico” ya intentó ser presidente, quedando tercero en 2022, con más de 5 millones de votos. Ahora Quintero no es funcionario y “Fico” es el alcalde electo de Medellín para el cuatrienio 2024-2027. El exalcalde, pese a su derrota en Medellín y al desgaste de su figura en Antioquia, podrá hacer política sin ataduras con la base que recogió en estas regionales. Más difícil le quedará a “Fico”, quien estará nuevamente en funciones como alcalde y que de renunciar a su cargo para lanzarse otra vez a la Presidencia tendría más que perder.
“Aún estamos trabajando en el número de quienes quedaron segundos. Eso, a nivel de partido, a veces es más interesante. Un mandatario que se elige es un líder político perdido en este sistema que no le permite a un político hacer política”, dice Shnaider. Y agrega: “Vamos a participar de manera ambiciosa en las legislativas y en las presidenciales, porque Daniel Quintero queda con una base electoral en todo el país. Hoy tenemos eso: la oportunidad de consolidar un proyecto desde las regiones”.
Villa, de Creemos, parece zanjar la discusión con un tono vehemente y dice que “Fico” cumplirá a rajatabla con su mandato. Eso, sin embargo, no le quita piso a la aspiración de Creemos: llegar al Congreso y tener presidenciable en 2026. “No, Federico no renunciará para ser candidato a la Presidencia. Eso pondría en riesgo nuestro propósito de construir una plataforma política desde las regiones. Queremos demostrar que esto es un equipo y no solo una persona: ‘No quiero ser un salvador’, es lo que dice Federico”, promete Villa.